¿Qué debo tener en cuenta si quiero renovar mi baño?
¡Ay, las reformas! Suelen traernos por el camino de la amargura casi a todos. Si no las sufrimos en casa, las sufrimos cuando un vecino se pone a hacer obras; el ruido del martillo, la taladradora, los obreros bajando y subiendo y el polvo entrando por todas partes… ¡así no hay quien esté tranquilo!