Cada persona genera a diario una gran cantidad de residuos, muchos de los cuales pueden ser reutilizados o reciclados siempre que se haga una buena clasificación y se depositen en el contenedor correspondiente.
Para que se pueda hacer un reciclaje correcto, la basura debe clasificarse en dos principales categorías: orgánica e inorgánica. De esta forma podremos colocarla en los contenedores correctos y hacer un buen tratamiento de la misma, que beneficie tanto al planeta como a tu bolsillo.
Actualmente existen 5 contenedores diferentes para clasificar la basura, esto en función del tipo de material que vamos a tirar: papel y cartón, envases y plástico, cristal y vidrio, fracción orgánica y resto o desechos. Asimismo, tenemos a nuestra disposición los puntos limpios de titularidad pública, donde podemos llevar aquellos residuos que no tienen un contenedor específico.
Sin embargo, no todos practicamos la correcta clasificación de nuestros desechos en casa o cometemos ciertos errores al hacerlo. Si este es tu caso, sigue leyendo y aprende a hacer un correcto manejo de tus residuos.
¿Cómo se clasifica la basura?
Lo primero que hay que aprender es a como clasificar la basura, la cual básicamente consiste en todo aquel material que pierde utilidad tras haber cumplido con su misión o servido para realizar un determinado trabajo.
Esta se clasifica, según su composición, en: basura orgánica, que es cualquier desperdicio que se descompone o que proviene de algún animal o planta; y basura inorgánica, cualquier desperdicio que haya sido hecho por el hombre, como metal, papel, vidrio, o plástico:
- Orgánica: cáscaras de frutas, sobras de comida, grama y hojas.
- Metal: latas de aluminio y acero.
- Papel y cartón: los cuadernos que ya no se usan ni se necesitan, los sobres, notas y hojas impresas, cajas de cereal y parecidas y cartón corrugado.
- Plástico: los envases de yogurt y similares, las botellas de aguas gaseosas y sus tapas, bolsas de plástico, bolsas donde vienen frijoles, arroz y parecidos.
- Vidrio: botellas y envases de vidrio.
- Botes de leche y Tetrabrik: cajas de leche, jugos y otras bebidas.
Pero también tenemos a los residuos peligrosos, que son sustancias químicas de tipo corrosivo, ácidos o basura radioactiva, las cuales deben ser tratadas con especial cuidado pues pueden poner en serio peligro la salud de los ciudadanos.
En relación a este punto, hay que destacar que aunque la gran diversidad de sustancias químicas que existe en la actualidad, si bien es cierto que ha servido para mejorar significativamente el nivel de vida de la población, también ha ejercido una presión importante sobre el medio ambiente y la salud humana, esto debido a que una vez finalizada su vida útil se convierten en desechos que ponen en riesgo la salud de las personas o pueden causar daños al medio ambiente.
Entre estos desechos se encuentran los residuos peligrosos, definidos como aquellos que poseen alguna de las características CRETIB que les confieren peligrosidad (corrosividad, C; reactividad, R; explosividad, E; toxicidad, T; inflamabilidad, I; o ser biológico-infecciosos, B), así como los envases, recipientes, embalajes y suelos que hayan sido contaminados, según lo establece la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos (LGPGIR). La norma oficial mexicana NOM-052-SEMARNAT-2005 establece las características, el procedimiento de identificación, clasificación y los listados de los residuos peligrosos.
Además, también tenemos:
- Basura de Residuos sólidos urbanos (RSU)
“La basura de residuos sólidos urbanos 1 son los que se generan en las casas habitación como resultado de la eliminación de los materiales que se utilizan en las actividades domésticas (p. e., de los productos de consumo y sus envases, embalajes o empaques) o los que provienen también de cualquier otra actividad que se desarrolla dentro de los establecimientos o en la vía pública, con características domiciliarias, y los resultantes de las vías y lugares públicos siempre que no sean considerados como residuos de otra índole” (DOF, 2003).
- Basura de Residuos de manejo especial (RME)
“La basura de Residuos de Manejo Especial (RME) están definidos en la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de Residuos (LGPGIR) como aquéllos generados en los procesos productivos que no reúnen las características para ser considerados residuos sólidos urbanos o peligrosos, o que son producidos por grandes generadores de residuos sólidos urbanos” (DOF, 2003).
¿Cómo depositar nuestros residuos en los contenedores?
Contenedor azul: papel y cartón
Debemos depositar:
- Periódicos, libros, sobres, revistas y otros papeles.
- Bolsas y envases de papel, cajas de cartón, que deben plegarse antes de depositarlas.
- Hueveras de cartón.
No debemos depositar:
- Envases mixtos de papel y plástico, bricks.
- Papeles muy sucios, como los de cocina usados o manteles de papel.
- Corcho blanco (forespan o porexpan).
Contenedor amarillo: envases y plásticos
Debemos depositar:
- Envases tipo brick (leche, zumos…).
- Botes, latas y envases metálicos.
- Botellas, garrafas, tapones y otros envases de plástico.
- Aerosoles y sprays.
- Papel de aluminio y film.
- Bandejas de carne o fruta de corcho blanco (forespan o porexpan).
- Redes de la fruta o patatas.
- Guantes de goma (“de fregar”).
No debemos depositar:
- Botes de pintura o productos químicos.
Contenedor verde: cristal y vidrio
Debemos depositar:
- Botellas de vidrio.
- Tarros y frascos de conservas.
- Jarras y copas de vidrio.
No debemos depositar:
- Tapones de botellas y botes.
- Fluorescentes y lámparas.
- Espejos o cristales de ventanas.
- Botes de medicamentos.
- Botes que hayan contenido productos tóxicos o peligrosos.
Contenedor marrón: orgánica
Debemos depositar:
- Restos de comida.
- Huesos y pieles de frutas y hortalizas.
- Posos y filtros de café.
- Sobres de infusiones.
- Cáscaras de marisco y moluscos.
- Tapones de corcho.
- Cáscaras de huevo.
- Papel de cocina y servilletas de papel utilizadas.
- Restos de plantas y flores.
- Cáscaras de frutos secos.
No debemos depositar:
- Aceite de cocina.
- Residuos de barrer.
- Colillas
- Pañales y productos de higiene femenina.
- Excrementos de animales.
Contenedor verde oscuro o gris: resto o desechos
Debemos depositar:
- Residuos de barrer.
- Colillas
- Pañales y productos de higiene femenina.
- Cuchillas de afeitar
- Cepillos de dientes.
- Chicles
- Bolsas de aspiradora
- Fregonas y bayetas
- Excrementos de animales.
No debemos depositar:
- Juguetes
- Pilas
- Ropa
Puntos limpios
Son el lugar para aquellas cosas que no tengan cabida en ninguno de los contenedores de reciclaje, como por ejemplo:
- Juguetes
- Pilas
- Ropa
- Aceite de cocina.
- Tinta de impresora.
- Electrodomésticos.
- Fluorescentes y lámparas.
- Pinturas
- Radiografías.
- Cápsulas de café (metálicas o de plástico)
- Otros residuos no reciclables.
¿Qué errores debes evitar al momento de clasificar tu basura?
Aunque como puedes ver, es muy sencillo clasificar nuestra basura en casa, muchas veces solemos cometer errores que comprometen su correcto manejo. Por eso, Bioplásticos Alhambra, empresa de productos biodegradables y preocupados por el medio ambiente, te hacen una lista con ciertos aspectos que cuidar:
- Almacena cada clasificación en contenedores reusables y vacía ya en el lugar en donde se reciclará, no en bolsas plásticas ya que esto puede llegar a atascar las recicladoras y convertirse en más desechos.
- Lava las latas y contenedores de comida antes de desecharlos ya que si le dejas restos puede llegar a entorpecer el proceso de reciclaje.
- Debes tener cuidado al desechar los aparatos electrónicos, ya que en algunos casos estos contienen mercurio y plomo, lo cual puede llegar a contaminar el resto de los otros desechos.
- El contenedor amarillo es el destinado a depositar botellas y envases de plástico, envases metálicos y briks como latas, bandejas de aluminio, tubos de pasta de dientes o tarrinas y tapas de yogurt. No obstante, a pesar de parecer sencillo, este es el color que genera mayor controversia. Por ejemplo, los juguetes de plástico no deben desecharse en este cubo, sino en el contenedor de restos. Lo mismo ocurre con los biberones, chupetes, cubos de plástico y utensilios de cocina, utensilios de cocina que con el paso del tiempo y el uso pueden dejar de ser útiles. De hecho, en el caso de los juguetes, podemos darles una segunda vida y donarles a algunas de las diferentes ONG’s que se encargan de recogerlos para obras sociales.
- El papel y el cartón deben ser desechados en el contenedor azul, en el que se depositan envases de alimentación, calzado, productos congelados o papel para envolver. En este sentido, uno de los errores más habituales que solemos cometer es el de ‘reciclar’ los briks, que podemos pensar que únicamente están elaborados con cartón. Sin embargo, el plástico y el aluminio también están presentes en estos envases, por lo que, en verdad, pertenecen al contenedor amarillo. En el caso de las servilletas de papel usadas o los papeles sucios deben echarse al cubo de desechos orgánicos; mientras que los pañales y compresas, al de restos.
- Por último, el contenedor verde es el encargado de almacenar botellas de vidrio, frascos de vidrio de perfumes, cremas o colonias, así como tarros de alimentos, como el que encontramos en mermeladas y conservas. Sin embargo, muchas personas confunden el vidrio con el cristal y cometen un grave error al deshacerse de bombillas, espejos, ceniceros, vasos y platos, y los vierten en estos contenedores, cuando deben llevarse al punto limpio más cercano o a centros de recogida.