La ortodoncia invisible irrumpió hace unos años con fuerza revolucionando el sector de la odontología. Se hizo increíblemente popular. Desde luego no era para menos. Teníamos la posibilidad de corregir la mala colocación de los dientes utilizando unas férulas que pasaban desapercibidas a la vista y que nos podíamos quitar y poner cuando lo necesitáramos. Desde entonces, la pregunta que se hace todo el mundo es: ¿se puede aplicar en todos los casos?
Los ortodoncistas de C K. Grupo Dental, una clínica dental que cuenta con un gran equipo dentista en Alcorcón y que lleva años apostando por este tratamiento, comentan que la ortodoncia invisible ofrece altos niveles de efectividad en todas las edades. Eso, a la par, de una gran comodidad y un mejor efecto estético para los pacientes.
La estética es, precisamente, lo que ha llamado la atención del gran público. Aunque sabemos que los tratamientos tradicionales de ortodoncia son efectivos, los aparatos de brackets nunca han gozado de una gran aceptación social.
El hecho de vernos con un aparato de alambre y correctores adheridos a los dientes no es precisamente del agrado de nadie. Suelen ser algo incómodo y visualmente poco atractivo. Lo veíamos como un mal necesario. Una solución temporal que permitiría lucir una dentadura bonita al final del tratamiento. Se suele decir que hay que sufrir para estar guapo.
A nadie le gusta el sufrimiento. Por eso, cuando surgió la posibilidad de llevar unos correctores plásticos traslúcidos, que no llamaban la atención y que podíamos quitárnoslos para comer y lavarse los dientes, representó la solución milagrosa para aquellas personas que se mostraban reacias a colocarse un aparato dental.
Yo desde luego, conozco personas que si no llega a ser por la ortodoncia invisible, jamás se hubieran sometido a un tratamiento de este tipo. Seguro que si lo piensas, tú también conoces a alguien.
En la actualidad, a la inmensa mayoría de las personas que le dan a elegir entre una ortodoncia de brakets o una invisible se decantan por la última. Veamos un poco más en qué consiste y si se puede aplicar en todos los casos.
El tratamiento de ortodoncia invisible.
La revista de divulgación médica Top Doctors define la ortodoncia invisible como la corrección de los huesos alveolares y de los dientes mediante aparatos que no son perceptibles a la vista.
En estos momentos, la solución más utilizada es la colocación de férulas termoplásticas hechas a medida de la dentadura del paciente. Están fabricadas con policarbonato y van introduciendo pequeñas variaciones hasta obtener el resultado deseado.
Los avances tecnológicos han hecho posible este tratamiento. Para empezar, al paciente se le realiza un escáner dental que permite reproducir con exactitud en 3D su dentadura en la pantalla del ordenador. Este archivo servirá de base para fabricar la férula correctora. A la cual se le introducirán algunas variaciones para corregir la posición de los dientes mal colocados.
Cada 15 días, aproximadamente, el paciente se somete a una revisión en la cual se sustituye el corrector dental por uno nuevo, al que se le ha vuelto a aplicar leves correcciones. Esto permite al ortodoncista llevar un seguimiento pormenorizado de la evolución del tratamiento.
La férula correctora es removible. Esto significa que el paciente se la puede quitar para comer y lavarse los dientes. Si bien es recomendable que la lleve la mayor parte del tiempo, para que pueda hacer efecto.
Debemos tener en cuenta que aunque es más cómodo, el tratamiento de ortodoncia invisible es más lento que la ortodoncia de brackets. Según los casos puede durar de 9 meses hasta un año y medio.
Los resultados de la ortodoncia invisible no son definitivos, como no lo son los de ninguna ortodoncia. Nuestra dentadura es un elemento vivo que va a sufrir cambios a lo largo de nuestra vida. De todos modos, el cambio después de haber seguido el tratamiento es evidente.
Los beneficios de la ortodoncia invisible.
La ortodoncia invisible supone un avance dentro de la odontología, y más concretamente en la corrección de las malposiciones dentarias. Estos son algunos beneficios médicos de este tratamiento:
- Mayor comodidad: Los alineadores de Invisalign están hechos de material suave y cómodo, lo que reduce la irritación en las encías y las mejillas en comparación con los brackets tradicionales. Además, no hay alambres ni piezas metálicas que puedan causar molestias.
- Facilidad de limpieza: Los alineadores son removibles, lo que facilita la limpieza de los dientes, facilitando una buena higiene bucal. Los pacientes pueden cepillarse y usar hilo dental como lo hacen normalmente.
- Menor riesgo de daño: Al no haber brackets ni alambres metálicos, hay menos probabilidades de que se produzcan lesiones en los tejidos bucales durante el tratamiento. Esto reduce el riesgo de úlceras bucales, abrasiones y otras molestias asociadas con la ortodoncia tradicional.
- Resultados predecibles: Invisalign utiliza tecnología avanzada de escaneo y planificación digital para diseñar el tratamiento de forma precisa y predecible. Los pacientes pueden ver una representación virtual de cómo se moverán sus dientes antes de comenzar el tratamiento, así de cómo va evolucionando el tratamiento.
- Mayor libertad alimentaria: Como los alineadores son removibles, los pacientes pueden quitárselos para comer y luego volver a colocarlos después de cepillarse los dientes. Esto significa que no hay restricciones en la dieta. Los pacientes pueden disfrutar de sus alimentos favoritos sin preocuparse por dañar los aparatos.
A esto hay que añadirle el aspecto estético, del que venimos hablando a lo largo de todo el artículo.
¿Se puede utilizar la ortodoncia invisible en todos los casos?
La respuesta es No. Hay situaciones y malposiciones concretas en las que el uso de la ortodoncia invisible no es adecuada. Podemos decir que es efectiva en un 90% de los casos; sin embargo, hay un 10% en los que es más adecuado recurrir a otros procedimientos.
La odontóloga Manuela Escorial señala en la revista Cuídate + que antes de someterse a un tratamiento de ortodoncia invisible, el caso debe ser estudiado por un equipo odontológico, desde un punto de vista integral y personal, para valorar la idoneidad del tratamiento.
Hay malformaciones concretas en las que el uso del “Invisalign”, que es como se le llama al tratamiento de ortodoncia invisible, tiene un resultado limitado.
Un ejemplo de ello es la corrección de la mordida cruzada y mordida abierta. La mordida cruzada es una malposición dental por la cual los dientes superiores no encajen con los inferiores al cerrar la boca. Esto puede ser debido a un crecimiento anormal de los maxilares o a una posición inadecuada de la mandíbula.
En la mordida abierta, los dientes inferiores y superiores no llegan a tocarse cuando cerramos la boca. En ambos casos es recomendable recurrir a un tratamiento de brackets tradicional, ya que estos permiten alinear los dientes y la mandíbula con una mayor precisión. El efecto de la férula dental “Invisalign” sobre la mandíbula es reducido, por no decir, nulo.
Si para corregir un problema de mala oclusión, debemos mover grandes cantidades de dientes, la ortodoncia invisible no es la más adecuada. El corrector plástico removible ayuda a recolocar progresivamente algunos dientes, pero es incapaz de aportar la fuerza suficiente para mover un conjunto de dientes numeroso dentro de una arcada. En este caso se volverá a aplicar un dispositivo de alambre y brakets, que permiten aplicar una mayor presión sobre los dientes.
En los casos de bruxismo severo no es adecuado emplear un tratamiento de ortodoncia invisible. De forma inconsciente, el paciente tiende a rechinar los dientes, sobre todo por la noche. Frotando unos dientes contra otros. Esta acción puede deformar la férula correctora y hacer que pierda toda su eficacia. Debemos partir de que la férula de ortodoncia invisible no es una férula de descarga. Es más blanda y maleable, puesto que ha sido fabricada con otro objetivo.
El profesor Khaled Kasem, director del equipo de investigaciones del Departamento de Odontología de la Universidad de Barcelona, opina que la ortodoncia invisible no es adecuada en casos de inmadurez dentaria. Esto es cuando a una persona no le han salido todos los dientes de su dentadura. Estamos hablando, por tanto, de niños y preadolescentes. La razón que da Kasen es razonable. La erupción de los últimos dientes puede desplazar considerablemente toda la dentadura, por lo que el resultado obtenido puede caer en saco roto. Kasen no se manifiesta en contra de aplicar la ortodoncia en niños, pero considera que es más adecuada la ortodoncia tradicional que la invisible.
Por otro lado, la ortodoncista Patricia Bratos afirma a la revista “Cuidate +”, que la ortodoncia invisible es el mejor tratamiento de ortodoncia posible para pacientes que sufren problemas periodontales en las encías. La ortodoncia fija dificulta la higiene dental, por lo que propicia el desarrollo de cúmulos de sarro junto a los dientes, agravando la gingivitis y la periodontitis. Mientras que los correctores removibles, favorecen una limpieza dental más exhaustiva.
Aunque hemos señalado algunas situaciones en las que la ortodoncia invisible no es el tratamiento adecuado, estamos hablando de las excepciones. Por lo general, en todo este tiempo, ha demostrado ser un método bastante efectivo.