Consejos para comprar un coche de segunda mano.

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Tal y como está la economía, muchos conductores optan por comprar un coche de segunda mano cuando quieren cambiar de vehículo o desean adquirir uno nuevo. La revista de coches motor.es señala que durante el año pasado se vendieron en nuestro país 1.885.553 vehículos usados. Se trata de una práctica extendida. Te proporcionamos, en este artículo, algunos consejos que debes tener en cuenta si te decides a comprar un coche de este tipo.

Mi padre siempre quiso tener un Audi clase A. Era aficionado a los coches y le apetecía tener vehículo alemán de esta gama. Mi padre es un trabajador por cuenta ajena y no es que le sobre demasiado el dinero. El precio de un Audi nuevo se le escapaba de su presupuesto. Tras darle muchas vueltas al asunto, acudió un día a un concesionario de vehículos de ocasión, vendió el coche viejo y se llevó un Audi A-4 con apenas 3 años de antigüedad. Llegó a casa como un niño con zapatos nuevos. El coche estuvo con nosotros casi 10 años.

Más recientemente mi amigo Víctor se sacó el carnet de conducir. Lo necesitaba para el trabajo, su verdadero trabajo. De lunes a viernes trabaja como ayudante de pintor. Lo llevan al tajo en la furgoneta de la empresa. Pero los fines de semana es músico. Lo contratan para fiestas, bodas, bautizos, comuniones… Lo cierto es que tiene casi todos los sábados y domingos alguna gala. Necesitaba un vehículo para llegar al lugar del evento. No se lo pensó mucho, una semana después de recoger el carnet de conducir se compró un coche de segunda mano. No tiene mucha experiencia, por eso no quería meterse en la compra de un coche nuevo, pero es que en realidad no lo necesita. Solo le hace falta un medio de transporte que le lleve al lugar del concierto.

Mi amigo de Zaragoza, Raúl, que ha tenido varios coches de segunda mano, me recomienda que si me quiero comprar uno no trate con un particular. Es más seguro que acuda a un vendedor que tenga servicio de taller, como E.E. Motor, un taller mecánico de Soria, que además se dedica a la compraventa de vehículos de segunda mano. De esta forma, uno, sabe que el coche que se compra está en perfectas condiciones para funcionar. Así te ahorras sorpresas futuras. Algunos coches usados salen casi tan caros en reparaciones como si te hubieras comprado un vehículo nuevo.

Además de este consejo, la revista Autofácil nos da unos cuantos más para cuando vayamos a comprar un vehículo de ocasión.

Ten claro el coche que buscas.

Tu vehículo de segunda mano lo buscas tú, no te encuentra él. No es que pasees por la calle y veas un coche aparcado con un cartel en el parabrisas que pone: “vehículo de ocasión”. Puede que ese coche esté averiado y ponerlo en funcionamiento te cueste más de lo que has pagado por él. Debes tener claro el tipo de coche que buscas. Si es un coche pequeño para moverte por la ciudad, una berlina familiar para salir de viaje o un vehículo industrial con el que vas a trabajar todos los días. En función de esos criterios iniciarás tu búsqueda.

Mira que esté en el mejor estado posible.

Cuando te enseñen un coche, haz una inspección ocular detallada. Revisa todo el chasis y comprueba que no tiene ningún golpe, ninguna abolladura. Entra dentro del vehículo. Cerciórate de que todo está correcto, de que el coche está bien cuidado. Pregúntale al propietario o al comercial, que está realizando la venta, si el vehículo ha pasado una sesión de mantenimiento en un taller, una revisión. Si es así, pídele que te enseñe el documento que lo certifica. En el mundo de los coches de segunda mano siempre se dice que sale más barato gastarse algo de dinero en una buena revisión mecánica que no hacerlo. De esta forma sabes en qué condiciones está el vehículo que te quieren vender.

Solicita toda la información sobre el vehículo.

Haz todas las preguntas que necesites al propietario, no te dejes nada en el tintero. Pregunta si el coche ha tenido algún problema mecánico grave. ¿Cuál es? Si ha tenido varios propietarios. Si pasa con facilidad la I.T.V.

Si te estás planteando adquirirlo, puedes pedir en la D.G.T. el informe de titularidad del vehículo. Este es un documento oficial que recoge la situación administrativa del coche. Si está sujeto a algún embargo, si está al día en la I.T.V., e incluso, el número de propietarios que ha tenido.

Este documento tiene una tasa de 8,67 € y se puede solicitar en la web oficial de la D.G.T., si tienes la identificación Cl@ve, que te permite efectuar gestiones digitales con la administración, o en su defecto, personándote en las oficinas de la Jefatura Provincial de Tráfico, previa solicitud de cita previa.

Inspecciona la documentación del vehículo.

Comprueba que la ficha técnica se corresponde con el coche que te quieren vender. Que el permiso de circulación está a nombre de la persona que te lo vende. Si no es así, debe mostrarte una autorización con su D.N.I. y con del propietario y la firma de ambos.

Investiga que el coche ha pagado el impuesto de circulación y que está al corriente del seguro. Te deben mostrar todos los documentos relativos al coche.

Solicita los partes de las últimas revisiones que haya pasado el coche en un servicio oficial o en un taller. Piensa que si el coche tiene alguna deuda, es posible que termines pagándola tú.

Revisa el vehículo en un taller.

Si estás decidido a comprarte el coche, estás en tu derecho de solicitar una revisión previa en un taller de confianza. Quieres saber las condiciones en las que se encuentra el artículo que deseas comprar. Puedes elegir el taller en el que realizar la inspección. Lógicamente, los gastos corren a cargo del propietario, pero se supone que lo amortizará con la venta. Si el titular del coche se niega a efectuar este trámite, desconfía. Es probable que tenga algo que ocultar.

Si accede, debes pedirle al mecánico que revise el chasis, el estado del motor, la suspensión, los frenos y cuantas cuestiones consideres oportunas. Una revisión de este tipo viene a costar a partir de unos 60 €/hora, pero vale la pena efectuarla.

En la compra de maquinaria usada es determinante conocer el estado en el que se encuentra, más todavía, si se trata de un automóvil. Si después de conocer el estado real del vehículo, no te convence su compra, el informe de la revisión le será útil al propietario de cara a futuras ventas.

Digamos que para él es una inversión que constata el estado real del coche y refuerza sus argumentos de venta. Puede decir que el coche está de esta manera o de otra y que cuenta con un informe de un taller independiente que lo acredita. Si el vehículo requiere reparaciones, que el propietario no desea asumir, habitualmente puede negociar el precio con el interesado. De esta forma, las cosas están claras.

Atento a las garantías.

Todos los coches tienen una garantía de fábrica que va desde los 2 a los 7 años desde su primera venta, dependiendo de la marca y el modelo. La garantía se puede extender si el primer propietario la prorrogó en su momento. Esta garantía se mantiene con independencia de que el vehículo cambie de titular. Puede ser que cuando adquieras tu vehículo te encuentres con una doble garantía, la garantía de fábrica y la garantía de un año, que te ofrece el vendedor por la compra del coche.

Si el coche que has comprado no tiene garantía de fábrica, puesto que ha expirado, se te presentan dos situaciones bien diferentes:

  1. Que lo compres en un taller o en un concesionario. Las empresas que se dedican a la compraventa de productos usados tienen la obligación de proporcionar una garantía mínima de un año. En ese tiempo están obligados a reparar las averías que se ocasionen a consecuencia del estado del vehículo en el momento de su compra. No obstante, no se responsabilizan de los daños que el vehículo sufra debidos a un mal uso del nuevo propietario. Una situación que se puede presentar es que la tienda que te vendió el coche tenga suscrita la garantía con un tercero. En estos casos debemos leer con detenimiento el contrato para saber con exactitud que desperfectos cubre la garantía y cuáles no.
  2. Que lo compres a un particular. Un particular no está obligado a ofrecerte ninguna garantía, pero sí a no venderte el coche sin defectos, ni vicios ocultos. Por esto es importante que todo lo referente al estado del vehículo esté recogido en el contrato de compraventa. Si detectas algún fallo o avería que no estaba preavisada, tienes un plazo de 6 meses para interponer una demanda judicial ante el vendedor. Si la ganas, tienes derecho a que el antiguo propietario asuma el coste de la reparación o a devolver el coche y recuperar tu dinero.
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