Aunque hora todo se ciñe a lucha contra el coronavirus (y es normal) hubo una época en la que nuestra principal lucha era contra la contaminación. Aún así no podemos bajar la guardia porque estudios dicen que detrás del covid también existen algunos factores contaminantes para llegar a esta situación. Por eso, la lucha sigue presente y hoy queremos hablar de esos productos o cosas que contaminan más de lo que pensabas. Es más, en algunos casos suponemos que no sabías ni que contaminaban.
Seguro que nunca has pensado que cuando buscas nombres, direcciones, marcas o datos en Google estás contaminado. Pues que sepas que sí, aunque no es mucho. Lacantidad de electricidad que se utiliza para cada búsqueda que solicitan los internautas sea mínima. Muy por debajo de los 7 gramos. «En términos de [emisiones] de gases de efecto invernadero, una búsqueda en Google es equivalente a 0,2 gramos de CO2″, afirma Google, que además señala que para cada consulta se consumen de media 0,0003 kWh de energía. Así que si tienes una mentalidad muy ecológica, la próxima vez que busques en Google, párate a pensar si lo necesitas.
La música digital
Antes escuchábamos música en los casetes, luego pasamos a los discos y a los CD. Hasta que llegó la música digital. Pues bien, si eres de esos que dices que tú estas on love con la naturaleza, luego no puedes escuchar música digital. O por lo menos no puedes escuchar mucha. Los investigadores de la Universidad de Glasgow y la Universidad de Oslo han llegado a la conclusión, como puedes ver todo viene avalado, que la música digital contamina y mucho más que los antiguos formatos.
De esta manera, no te decimos que no escuches música digital pero sí que seas consciente de la contaminación que se genera. Una contaminación en la que no pensamos al imaginarnos la música digital como hago inmaterial; pero, que en realidad sí emplea recursos. Es cierto que el plástico de los CDs sigue siendo peor, pero algo se contamina con esta digita.
Microplásticos
Botes de gel de baño, tarjeta del metro, gafas, auriculares, esmalte de uñas, pantallas de ordenador, fundas para los teléfonos móviles, lentillas…aunque no lo creas todas estas cosas tienen plástico, aunque sea en pequeñas cantidades. Los microplásticos apenas son perceptibles y no sólo están presentes en objetos, sino también en los alimentos, el agua y el aire, por lo que afectan al medio ambiente y a todos los seres vivos que en él habitan; principalmente a los seres humanos.
El turismo
Es el motor de España, y ahora con el covid se está notando, pero hay que reconocer que lo de hacer turismo no es bueno para el medio ambiente. La aportación del turismo fue de entre 3,9 y 4,5 Gigatoneladas de CO2-equivalente. Y es que el turismo es responsable de casi una décima parte de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, según el estudio realizado por la Universidad de Sídney, que es la primera que cuantifica la aportación del turismo a la emisión de gases de efecto invernadero a lo largo de la cadena de suministro.
Cartones
¿Contaminan los cartones? Pues está claro que mucho menos de lo que te piensas. Y es que el plástico lo hace hasta diez veces más. Son muchas las empresas que han visto en material la mejor forma de empaquetar. Según las conclusiones de un análisis, por cada kilo de cartón que se produce, se emiten 0,26 m3 de CO2, frente a los 2,7 m3 que se emiten con el plástico y los 6,74 m3 que se originan con el aluminio. Es más, son muchas las empresas que han apostado por ello. En Grupo Mimo nos cuentan que usan este material porque limita las emisiones de dióxido de carbono y petróleo hasta un 60%, comparado con otros tipos de envases, de acuerdo a un estudio conducido por el Instituto para la Investigación sobre Energía y Medio Ambiente. “En el mundo globalizado en el que nos encontramos, debemos afrontar nuestra responsabilidad con el desarrollo sostenible y medioambiental, estableciendo procedimientos responsables a tal efecto. Para llevar a cabo estos compromisos, implantamos un Sistema Integrado de Gestión de la Calidad, Medio Ambiente y Seguridad y Salud basado en las normas internacionales ISO 9001, ISO 14001 e ISO 450012, nos comentan.
Ya has visto que consumimos a diario objetos que nos facilitan la vida y lo hacen más cómodo, sin embargo, muchas veces no somos conscientes de que algo es contaminante y otra cosa que pensábamos que sí lo era, pues contamina mucho menos que otro, y es muy recomendable.