El peligro de los edificios viejos

peligro de los edificios viejos
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No son pocas las noticias que salen en la tele a menudo, en las que un edificio se ha venido abajo con sus consecuentes víctimas. Y, es que, muchas personas no son conscientes del peligro que tiene vivir en un edificio o una casa con bastantes años, que no recibe las revisiones y las reformas que le corresponderían cada cierto tiempo.

Muchos por falta de recursos, otros por falta de conciencia y otros muchos por desconocimiento, pueden ser víctimas de este tipo de accidentes, que no solo podría dejarte sin hogar sino arrebatarte la vida.

Pedir ayuda a tu ayuntamiento

Esta es una de las mejores opciones con las que puedes contar si vives en España. Y es que, en nuestro país, sí es posible solicitar ayuda al ayuntamiento para la rehabilitación de un edificio o casa que esté en peligro de derrumbe, especialmente si no se tienen recursos suficientes. Existen varias opciones y programas que te pueden ser de ayuda en estos casos:

-Subvenciones y ayudas municipales: Muchos ayuntamientos disponen de programas de ayudas económicas destinados a la rehabilitación de viviendas, especialmente cuando estas presentan problemas estructurales graves que pueden poner en riesgo la seguridad de sus habitantes.

-Planes de Rehabilitación de Viviendas: En algunas ciudades, existen planes específicos de rehabilitación de viviendas que incluyen subvenciones y ayudas técnicas para la reforma de edificios antiguos o en mal estado.

-Servicios Sociales: En situaciones de especial vulnerabilidad económica, los servicios sociales del ayuntamiento pueden intervenir y ofrecer apoyo adicional, incluyendo la gestión de ayudas y la orientación para encontrar soluciones adecuadas.

-Programas de Áreas de Regeneración y Renovación Urbana (ARRU): Estos programas, que pueden estar cofinanciados por el Gobierno central y las comunidades autónomas, se centran en la rehabilitación integral de barrios y edificios en mal estado. Su objetivo es mejorar la eficiencia energética, la accesibilidad y la seguridad de las edificaciones.

Para solicitar estas ayudas, generalmente, solo debes seguir estos procedimientos:

  1. Presentar una solicitud: Esto se hace en las oficinas municipales correspondientes o a través de la página web del ayuntamiento. La solicitud debe incluir documentación que acredite la situación de peligro y la falta de recursos económicos.
  2. Evaluación técnica: Los técnicos del ayuntamiento evaluarán el estado del edificio para determinar la urgencia y el tipo de intervención necesaria.
  3. Asignación de ayudas: Si la solicitud es aprobada, se asignarán las ayudas correspondientes. Estas pueden ser en forma de subvenciones, préstamos a bajo interés, o incluso ejecución directa de las obras por parte del ayuntamiento.

Siempre es recomendable contactar directamente con el ayuntamiento de tu localidad para obtener información específica sobre los programas de ayuda disponibles y los requisitos necesarios para acceder a ellos. Además, es útil consultar la normativa autonómica y nacional, ya que también pueden existir ayudas complementarias a nivel regional o estatal.

Tienes que informarte bien, ya que las ayudas suelen cambiar dependiendo de la ciudad o la comunidad autónoma.

Señales de alarma

Aunque parezca mentira, un edificio en mal estado podría derrumbarse en pocos días sin dar señales que avisen con claridad sobre lo que está pasando. Hay casas y edificios que parece que se van a caer de un momento a otro por el estado de la pintura, algunas grietas visibles y algunas roturas, pero podrían aguantar en pie muchos años. Y también están los que parecen en buen estado y se empiezan a caer. Todo dependerá de si el daño es superficial o afecta directamente a la estructura.

Desde Geneo, expertos en rehabilitación de edificios, nos avisan de que debemos estar atentos de las siguientes señales para actuar de inmediato:

-Grietas en paredes y techos:

  • Grietas profundas, especialmente en muros de carga y estructuras principales.
  • Grietas que se ensanchan con el tiempo.
  • Grietas horizontales, diagonales o en forma de zigzag.

-Desplazamiento de estructuras:

  • Desplazamiento visible de paredes, techos o suelos.
  • Hundimientos o deformaciones en el suelo.
  • Separación entre muros y estructuras adyacentes (como ventanas, puertas y marcos).

-Problemas en los cimientos:

  • Grietas o asentamientos en la base del edificio.
  • Humedad excesiva o filtraciones de agua en los cimientos.
  • Movimientos perceptibles en la estructura del edificio.

-Deterioro de materiales:

  • Desprendimiento de revestimientos, yeso o materiales de acabado.
  • Oxidación de elementos metálicos estructurales.
  • Desintegración del concreto o ladrillos.

-Inclinación de paredes o pisos:

  • Paredes que parecen estar inclinándose o inclinadas.
  • Pisos que no están nivelados o que se sienten inestables al caminar sobre ellos.

-Puertas y ventanas que no cierran correctamente:

  • Dificultad para abrir o cerrar puertas y ventanas.
  • Marcos de puertas y ventanas desalineados.

-Ruido estructural:

  • Crujidos, chasquidos o sonidos inusuales provenientes de las paredes, techos o suelos.

-Deformaciones visibles en la estructura:

  • Techos abombados o hundidos.
  • Balcones, terrazas o cornisas que parecen desprenderse.

-Presencia de vegetación:

  • Crecimiento de plantas en las grietas de las paredes, que puede indicar filtraciones de agua y daño estructural.

¿Qué debemos hacer si detectamos estas señales?

Si observas alguna de estas señales, es fundamental actuar de inmediato:

-Evacuar el edificio: Si el peligro parece inminente, evacua a todos los ocupantes del edificio de manera segura.

-Contactar a profesionales: Llama a un ingeniero estructural o a un arquitecto especializado para que realice una evaluación exhaustiva del edificio.

-Informar a las autoridades: Notifica a los servicios municipales y a los cuerpos de emergencia sobre la situación para que puedan tomar las medidas necesarias.

-Evitar intervenciones no profesionales: No intentes realizar reparaciones por tu cuenta, ya que esto podría agravar la situación. Lo mejor es que nadie intente hacer nada.

Recuerda que actuar rápidamente ante estas señales puede salvar vidas y prevenir daños materiales significativos.

Muchas son las personas que viven en edificios y casas en ese estado durante años. Recuerda que aunque no haya pasado nada, un día puede pasar y será demasiado tarde. Ninguna casa vale tanto como tu vida y la de los tuyos, así que busca opciones desde primera hora y actúa con rapidez.

Una actuación a tiempo, no solo puede salvar tu vida y la de otras personas, sino también tu hogar. No conviene alargar esta situación.

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