Si eres experto o experta en el mundo del arte y la cultura, y estás harta de trabajar para los demás, es normal que quieras poner en funcionamiento tu propio proyecto en algún momento de tu trayectoria. ¿Estás pensando en abrir una galería de arte? Debes saber que no es precisamente sencillo. Establecerse en el mercado puede ser todo un desafío, pero nada es imposible. Aquí te damos algunos consejos para hacerlo y no morir en el intento.
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Piensa qué tipo de galería quieres abrir
En realidad, el concepto de una galería de arte es muy amplio. Podría definirse como un espacio destinado a la muestra de obras y a su venta. Y todo depende del tipo de obras en las que te especialices. No puedes abrir una galería que exponga cualquier cosa, sin filtros. Debes darle uniformidad y sentido a tu programación. Para esta elección no hay una norma, y está permitida toda creatividad, con tal de que tu narrativa argumental tenga coherencia. Hay galerías de arte divididas por cronología, es decir: galerías de arte antiguo, medieval, moderno o contemporáneo… Galerías según el medio que exponen: pintura, escultura, fotografía, instalación, performance… O galerías cuya filosofía se centra más en la temática de las obras en sí mismas y busca que sus exposiciones muestren un concepto que trascienda a la pieza individual. En este último caso, la coherencia no se busca tanto en las obras y en los artistas sino en el comisario o comisaria, que es quien cuenta la historia de cada exposición.
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Localización
A la hora de elegir la localización de tu galería, el punto anterior tendrá mucho peso, ya que, normalmente, en las ciudades grandes hay calles dedicadas a galerías de arte que se organizan juntas según el tipo de obras que exponen. Lo menos arriesgado es que abras tu galería en una de estas calles y te posiciones en un centro urbano en el que haya una vida cultural muy activa, cerca de otras galerías de arte. En la ciudad de Madrid, por ejemplo, la mayoría de galerías de arte están distribuidas en el barrio de Chueca, Malasaña o Salamanca. No obstante, comprar un local en uno de estos lugares suele tener un costo muy elevado, así que deberás partir de una inversión muy grande.
También puedes abrir tu galería en una ciudad más pequeña, o en el mundo rural pero, en ese caso, deberás tener claro que, de primeras, puede que no te salga rentable, ya que en estas zonas no se mueve tanta vida cultural, y los compradores no estarán tan cerca de tu negocio, así que, en los pasos siguientes, deberás hacer un esfuerzo mucho mayor para lograr que tu galería sea lo suficientemente atractiva como para que los coleccionistas se desplacen hasta tu local o para que te encarguen obras.
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Empieza con una cartera de clientes y artistas previa
Si ya tienes claro que quieres abrir una galería de arte, tu mayor desafío será lograr que salga rentable. Debes saber que, a diferencia de otro negocio, la entrada de tus ingresos no está asegurada y todo dependerá de si tu exposición resulta atractiva a aquellas personas que pueden pagar el precio de una obra de arte ya que, normalmente, este tipo de productos no es precisamente barato y accesible a todo el mundo. Las galerías funcionan por comisión, y establecen un pacto con el artista para predeterminar qué se lleva cada parte de la venta. Según la Unión de Artistas Contemporáneos de España, esta cifra suele estar entre el 50% sobre el precio de venta o el 40%, dependiendo de la aportación de cada parte.
Si estás pensando en abrir una galería de arte, lo normal es que ya conozcas este mundo. Tienes que saber que, el mercado del arte, funciona por contactos, así que, antes de abrir tu negocio, es bueno que ya cuentes con una serie de vínculos que te ayuden a salir adelante. Para ampliar este tipo de contactos, te recomendamos que frecuentes las inauguraciones en galerías, museos o ferias de arte.
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Arregla todas las cuestiones legales con tiempo
A la hora de fundar cualquier negocio, es necesario disponer de una serie de permisos para legalizar su funcionamiento. En el caso de una galería de arte, se necesita una licencia de actividad y, para obtenerla, deberás crear un buen proyecto. Te recomendamos hacerlo con tiempo para no llevarte sustos a la hora de abrir tu local.
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Debes partir de una buena inversión
Todo lo que hemos dicho anteriormente no es precisamente barato. La fundación de una galería de arte requiere de una inversión previa, sobre todo para afrontar los gastos relacionados con la puesta en marcha del espacio. Una galería es un lugar de exhibición, así que la estética de tu sala debe de estar muy cuidada. Si quieres que los buenos artistas quieran exponer en tu galería, tendrás que hacer una restauración de calidad e invertir en iluminación para que el lugar resulte atractivo. Si tu proyecto es interesante y aporta algo a la sociedad, es posible que puedas lograr alguna ayuda o subvención, aunque suelen ser difíciles de conseguir y hay que estar muy pendiente a las actualizaciones que se van subiendo. Si puedes permitirte contratar a alguien para no sufrir la burocracia ten en cuenta que existen empresas especializadas en pedir subvenciones. Nosotros hemos trabajado Next Avalon Subveciones y nos dieron muy buenos resultados ya que siempre sabían lo que hacer. Esto puede aumentar mucho tus probabilidades de lograr que te den una ayuda, y te ahorrará gestiones burocráticas. Además, ahora también está activo el tema de las ayudas para las webs, por lo que podrías beneficiarte de estas ayudas de kit digital para empresas.
6. Cuida tu presencia en redes sociales
Como ya hemos comentado, los contactos son muy relevantes para triunfar en el mercado del arte y, en los tiempos que corren, las redes sociales son una herramienta imprescindible para generar vínculos. Debes tener una presencia frecuente en tus redes sociales y promocionar tus eventos y convocatorias con tiempo para asegurarte de que llegan al público.
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Trata bien a tus clientes, artistas y visitantes
El boca a boca sigue siendo una de las mejores promociones para cualquier negocio, así que debes procurar tener buenas valoraciones. No sólo es importante que cuides a los clientes que vayan a comprar, sino también a los artistas y a los visitantes. Si un artista recibe un mal trato, es probable que no quiera volver a exponer contigo y, si esto se repite, terminarás por labrarte una mala reputación y nadie querrá visitar tu espacio.
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Disfruta de lo que haces
Abrir una galería de arte requiere de una pasión y compromiso que no todo el mundo tiene. Si has llegado hasta aquí, entenderás que no es del todo sencillo, sobre todo si no partes de una inversión muy elevada, pero también es una actividad bonita y puede resultar muy beneficiosa para dinamizar la vida cultural de tu ciudad. Si disfrutas de lo que haces, afrontar todo este proceso te resultará más sencillo y, no lo dudes, ¡merecerá la pena!
