Muchos errores de inversión, incluidos los más dañinos, se basan en patrones de comportamiento que nosotros mismos hemos entrenado durante miles de años para la supervivencia de nuestra especie. El problema: hasta el día de hoy, estos comportamientos irracionales están profundamente arraigados en nosotros. Porque mentalmente seguimos siendo en gran medida cazadores y recolectores. Acciones que fueron esenciales para nuestra supervivencia como cavernícolas en aquel entonces, son perjudiciales para nuestras inversiones hoy. Por cierto, tanto los profesionales como los inversores privados se ven afectados por estos obstáculos psicológicos.
Con este artículo podrás concienciarte de los mayores errores de pensamiento en relación con tus inversiones y mostrarte contramedidas eficaces, basándose en indicaciones de los expertos asesores Coma & Roig.
Los 13 mayores errores de pensamiento al invertir
Los siguientes errores de pensamiento que son relevantes para tu inversión y están ordenados en orden descendente. Esto significa que cuanto menor sea el número de rango, más grave es el error de pensamiento.
Error 13: Incidentes negativos sin ventajas
El error mental «¿Quién hubiera pensado…? trata de incidentes impensables y con un enorme impacto en nuestras vidas, pero existen incidentes negativos que aportan ventajas y desventajas.
La crisis del coronavirus, por ejemplo, produjo incidentes tanto positivos como negativos. Negativo: Con el confinamiento, todos los restaurantes, gimnasios y otros lugares de reunión tuvieron que cerrar, con consecuencias económicas a menudo drásticas para los propietarios y el personal. Sin embargo, el corona tuvo un impacto positivo en todos los inversores que aumentaron sus ETF de acciones durante la crisis de corona, que duró sólo unos días, y se beneficiaron así de precios aproximadamente un 30 por ciento más bajos.
Conclusión: Invierte según las reglas, diversifica ampliamente tus inversiones y mantén siempre la cabeza fría durante las turbulencias del mercado de valores. Esto no significa que estés a salvo de accidentes y de las pérdidas contables asociadas. A diferencia de las inversiones en acciones individuales, en caso de quiebra de una empresa no se producen pérdidas totales.
Error 12: Sesgo de supervivencia
Este error de pensamiento sobreestima sistemáticamente la probabilidad de éxito. Este error ocurre con especial frecuencia en los fondos de inversión gestionados activamente. Aunque se publiquen periódicamente clasificaciones de los fondos con mejores resultados de sus clientes publicitarios, el problema es que el tiempo de visualización es demasiado corto. No es una gran hazaña batir el índice a corto plazo en uno, dos o tres años. Sin embargo, sólo unos pocos fondos gestionados activamente pueden lograrlo a largo plazo, una vez deducidos los costes. Peor aún, y ahora llegamos al meollo de este sesgo: la mayoría de los fondos están en el cementerio de inversiones. Esto significa que los proveedores de fondos están constantemente seleccionando los fondos perdedores debido a la falta de éxito, eliminándolos así del mercado y de nuestra memoria. Por supuesto, estas historias negativas no aparecen en los folletos satinados, sino que se mantienen en silencio. Lo que queda son los pocos “fondos ganadores” impulsados por los medios.
Este sesgo nos lleva a suponer erróneamente que hay muchos fondos de inversión exitosos y gestionados activamente. Productos exitosos que logran batir fácilmente el índice.
Pero el hecho es que una abrumadora mayoría de los fondos gestionados activamente tienen una relación riesgo/retorno desfavorable. Esto significa que, una vez deducidos los costes, no podrán superar el índice o un ETF correspondiente (correcto en relación al riesgo asumido) a largo plazo, es decir, a lo largo de diez años o más.
Conclusión: no te dejes engañar por las historias de éxito de la industria financiera. Recuerda también que los fondos ganadores del pasado suelen ser los fracasos del mañana (consulta también el error nº 7). Al elegir un producto de inversión, concéntrate en la pregunta realmente relevante: ¿Cuál fue el rendimiento a largo plazo ajustado al riesgo del fondo elegido o deseado después de deducir todos los costos en comparación con el índice apropiado? Si llegas a la conclusión de que no puedes lograr el rendimiento del mercado (índice), obtén uno o más ETF basados en índices probados.
Error 11: Prejuicio hogareño
El sesgo interno se refiere a la tendencia a dar un peso desproporcionado a las inversiones en el mercado interno. Las razones para preferir el mercado interno son variadas y, al menos a primera vista, comprensibles: más confianza en las empresas locales, una mejor base de información, menores costos de transacción y ausencia de riesgos cambiarios.
Sin embargo, los estudios científicos demuestran que la diversificación global de tus inversiones ofrece la mejor relación riesgo-retorno a largo plazo.
Conclusión: practica la paciencia y utiliza el poder de la diversificación a largo plazo. Esto significa que obtienes una ventaja que no tiene por qué pagarse con desventaja. Este hecho se refleja en una relación riesgo-retorno óptima.
Error 10: Sesgo de confirmación
En el sesgo de confirmación, tendemos a interpretar nueva información de una manera compatible con nuestras creencias, como teorías o visiones del mundo. Filtramos nueva información que contradice nuestras opiniones existentes. Esto es peligroso porque “los hechos no dejan de existir simplemente porque se ignoran”, dijo una vez el escritor y filósofo británico Aldous Huxley.
Supongamos que estás firmemente convencido de que la clase de activos (acciones) es extremadamente peligrosa, que los inversores comunes y corrientes están siendo estafados en el casino de la bolsa y que, por lo tanto, tarde o temprano sólo sufrirán pérdidas. Si sucumbes al sesgo de confirmación, interpretarás y filtrarás todas las noticias nuevas del mercado de valores de una manera que confirme tus creencias. Esto solidifica aún más tu “visión negativa del mercado de valores”.
Conclusión: escribe tus creencias sobre cuestiones de dinero. Luego dedícate al necesario y arduo trabajo de cuestionar críticamente tus creencias al respecto buscando contraejemplos (evidencias disconformes). Si deseas tomar contramedidas aún más efectivas, pide a tus conocidos más críticos que «desafíen» tus creencias y, si es necesario, las pisoteen.
Error 9: Sesgo de acción – Hiperactividad
Este error suele ocurrir en situaciones nuevas o poco claras. Entonces sentimos el impulso de hacer algo apresuradamente, cualquier cosa, aunque sea en detrimento nuestro.
Especialmente los recién llegados al mercado de valores tienden a modificar constantemente su cartera, por ejemplo con operaciones innecesarias. Como resultado, provocan costes innecesariamente elevados.
Conclusión: En situaciones poco claras, como las que vivimos actualmente con guerras y trastornos asociados (inflación, crisis eléctrica, etc.), vale la pena adoptar un enfoque tranquilo, racional y basado en reglas en el mercado de valores. Vemos una herramienta eficaz contra el sesgo de acción en una declaración de misión escrita sobre las propias finanzas y una asignación de activos adaptada al perfil de riesgo personal. Estos instrumentos te proporcionan seguridad en tiempos de tormentas en el mercado de valores.
Error 8: Sesgo de información – sobrecarga de información
El sesgo de información es la falsa creencia de que más información conduce automáticamente a mejores decisiones. Como inversores, cada día nos enfrentamos a toneladas de informes financieros irrelevantes y/o falsos.
Conclusión: Intenta vivir la vida con el mínimo de información bursátil. Es mejor centrarse en los conceptos básicos relevantes de la inversión. Además, lee o escucha uno o más libros serios de no ficción. Esto te ayudará a desarrollar una mentalidad estable y bien fundada en lo que respecta a asuntos financieros, lo que te protegerá de la incertidumbre y de decisiones de inversión irracionales y perjudiciales.
Error 7: Ignorancia de “regresión a la media” – ignorancia del efecto de regresión
La regresión a la media es un término algo difícil de manejar del mundo de la estadística. Se refiere al fenómeno de que después de un valor medido extremadamente inusual, la medición posterior vuelve a estar más cerca del promedio. Las actuaciones extremas se alternan con otras menos extremas.
Aplicado al mercado de valores, el efecto de regresión significa que el ETF de acciones más exitoso de los últimos tres años (en términos de rendimiento) difícilmente será el ETF de mayor éxito de los próximos tres años.
Conclusión: Una medida sencilla y eficaz para tener en cuenta el principio de regresión a la mitad es realizar periódicamente un reequilibrio basado en reglas basado en valores objetivo predefinidos. Esto significa que se invierte de forma anticíclica y no en mercados que ya están calientes y tienen un alto potencial de colapso.
Error 6: Prueba social – instinto gregario
La prueba social se refiere a nuestro todavía profundamente arraigado instinto gregario. ¿Pero por qué hacemos tictac así? Porque este comportamiento orientado al grupo ha demostrado ser una buena estrategia de supervivencia en nuestro pasado evolutivo. Si una fiera atacaba a nuestro grupo, cualquiera que dudara y no huyera con sus compañeros era devorado y desaparecido del acervo genético.
Hoy en día y en relación con el mercado de valores, la prueba social es una cosa por encima de todo: el gran mal detrás de las burbujas y las crisis.
Conclusión: Creemos que la mejor receta contra la prueba social es una sólida educación financiera y, por supuesto, la sensibilidad ante este error de pensamiento.
Error 5: Sesgo retrospectivo
El error de retrospectiva es uno de los errores de pensamiento más persistentes de todos, incluso las personas que conocen este error de pensamiento caen en la trampa con tanta frecuencia como cualquier otra persona.
Pero ¿por qué el sesgo retrospectivo es tan peligroso para los inversores? Porque nos hace creer que somos mejores predictores de lo que realmente somos. Esto nos hace tener un exceso de confianza en el mercado de valores y nos lleva a tomar decisiones equivocadas.
Conclusión: Se aconseja llevar un diario de nuestras previsiones económicas para poder recordar en cualquier momento nuestros errores de juicio en blanco y negro. Una medida menos compleja pero no menos eficaz la vemos en el enfoque de inversión pasiva, basado en reglas, sin previsión y sin especulación.
Error 4: Aversión a las pérdidas
Los inversores tienden a reaccionar con más sensibilidad ante la evolución negativa de los precios que ante la positiva. Las pérdidas de precios del 20% generalmente nos suponen una carga mayor que la que nos agradan las ganancias de precios de la misma cantidad.
La aversión a las pérdidas también se refleja en un comportamiento inversor demasiado cauteloso. Los inversores reacios al riesgo se sienten más cómodos con sus cuentas de ahorro (sin intereses), mientras evitan clases de activos riesgosos como las acciones.
Conclusión: Los riesgos son tan parte de la vida como lo son de tus inversiones. Desde un punto de vista racional, es aconsejable protegerse contra los riesgos que amenazan tu existencia, asumir todos los demás riesgos y beneficiarte a largo plazo de rentabilidades superiores a la tasa de inflación.
Error 3: Sesgo de exceso de confianza: sobreestimación de uno mismo
Este error de pensamiento consiste en que sobreestimamos sistemáticamente nuestro conocimiento y nuestra capacidad de predicción. Hay graves consecuencias si seguimos ciegamente las previsiones de estos profesionales a la hora de realizar nuestras inversiones. Esta creencia acrítica y dañina en la autoridad también se denomina “sesgo de autoridad”.
Conclusión: Ignora las previsiones o al menos se siempre escéptico ante tus propias valoraciones del mercado y las de los llamados profesionales del mercado de valores. Especialmente cuando se trata de previsiones a corto plazo. Las únicas dos predicciones que deberías hacer como inversor racional en acciones son:
- A largo plazo, la economía de mercado perdurará.
- Desde una perspectiva global, cada vez más personas podrán mejorar su nivel de vida.
Si compartimos estas dos valoraciones, no hay nada que decir en contra de una inversión a largo plazo en uno o más ETF de acciones pasivos y ampliamente diversificados.
Error 2: Falacia del costo hundido
Sobre este error de pensamiento se advierte a todos los estudiantes de economía. Independientemente de si eres gerente de una empresa o un inversor privado, todos tienen tendencia a seguir teniendo en cuenta los costos hundidos de decisiones equivocadas anteriores al tomar su decisión actual.
Esto significa que se aceptan costos adicionales para proyectos fallidos en lugar de terminar el proyecto y admitir la mala inversión.
Conclusión: si hoy pones a prueba un proyecto, en tu toma de decisiones sólo se debes tener en cuenta la relación costo-beneficio futura, pero no los costos irrecuperables pasados. Porque están irremediablemente perdidos.
Error 1 (el más grave y peligroso): Entender mal el crecimiento exponencial
A la hora de invertir, el efecto del interés compuesto es tu aliado más cercano y, a largo plazo, un impulsor del rendimiento sin igual. A diferencia del crecimiento lineal, que entendemos intuitivamente, el crecimiento exponencial está más allá de nuestra imaginación.
Para una mejor comprensión, un ejemplo: Te gustaría invertir una cantidad única de 10.000 euros para tu descendencia menor de edad. Examina tres opciones de inversión en un horizonte de inversión de 40 años.
- La opción A es un título de interés fijo en forma de bono corporativo con un cupón de interés anual del 8%.
- La opción B es un ETF de acciones con aumentos de precios esperados de un promedio del 8% anual.
- La opción C es un “fondo de acciones a nivel mundial” gestionado activamente por tu banco con un rendimiento esperado del 6% (rendimiento de mercado menos 2% de comisiones de gestión y demás).
Para simplificar, se omiten la inflación y los impuestos. ¿Qué elegirías?
Bravo, probablemente adivinaste B y por lo tanto tomaste la decisión correcta.
Conclusión: utiliza el poder del interés compuesto al invertir. Invierte de forma pasiva en lugar de activa y elige un corredor barato que sea adecuado para ti para mantener los costos adicionales de la inversión lo más bajos posible.