La palabra «creatividad» designa la capacidad o facultad de crear que tienen las personas. Se trata de una cualidad tremendamente útil en los seres humanos, y esencial a la hora de superar situaciones complicadas en la vida. La creatividad nos ayuda a fomentar el pensamiento original y crítico, hace que no necesitemos copiar ideas ajenas, que tengamos nuestra propia forma de ver las cosas, estilo y personalidad. En realidad, todos los niños pequeños son creativos pero, por desgracia, a medida que vamos creciendo y perdiendo la inocencia, desarrollamos un sentido del ridículo que limita enormemente la creatividad, lo que se suma al impacto negativo de las responsabilidades adultas, las cuales parecen obligarnos a enfocar nuestra mente hacia lo práctico y racional; perdiendo, poco a poco, todo aquello que no se destina a seguir las normas de la sociedad para adaptarnos a ella. Según un estudio de Linkedin, casi el 100% de la población mundial nace creativa, siendo el desarrollo posterior el que nos va quitando esta cualidad. A partir de los 25 años, sólo el 2% de las personas mantienen su creatividad. ¿Sientes que ya no tienes ideas originales, te aburres fácilmente o no eres capaz de pensar por ti mismo sin que los demás te digan lo que tienes que hacer? Es muy probable que se deba a que has perdido totalmente tu esencia creativa, pero no te preocupes, porque estás a tiempo de recuperarla.
Aunque no es tan sencillo potenciarla siendo un adulto, no puedes dejar de intentarlo. En este post, queremos darte algunas ideas y consejos para ello. ¡Sigue leyendo!
No tengas miedo a la curiosidad
En la vida adulta se dan muchas situaciones en las que nuestra curiosidad llama a la puerta y decidimos cerrársela por miedo. Por ejemplo: es posible que, al ver una determinada textura con los ojos, te apetezca tocarla, para sentirla mejor, pero te cohíbe lo que piensen los demás de ti si lo haces. Lo mismo ocurre con la ropa, el ocio o la gente. Seguro que has experimentado ganas de vestir una prenda de ropa demasiado atrevida, practicar una actividad diferente o hablar con personas que despiertan tu interés en algún momento, pero, por miedo al qué dirán, has dejado de hacerlo. Este tip es aplicable a casi todos los ámbitos de la vida: la alimentación, la sexualidad, la vida social, laboral, el estudio…. si tienes curiosidad por hacer algo, siempre que no afecte negativamente a las personas que te rodean o al entorno, lucha por cumplirlo. Rodéate de gente creativa, ya que ellas te permitirán estimular esa parte de ti, y aléjate de las personas que tengan demasiados prejuicios.
Reserva tiempo semanalmente para practicar actividades esencialmente creativas
Aunque cualquier actividad puede practicarse con mayor o menor creatividad; hay algunas en las que esta facultad tendrá una importancia protagonista. Te recomendamos que reserves parte de tu ocio para dedicarles un poco de tiempo. La música, por ejemplo, es una de las más populares y nunca es tarde para comenzar a tocar un instrumento o cantar. Evidentemente, no es necesario que te apuntes a los estudios oficiales del conservatorio, ¡hay muchísimas opciones para aprender, tanto por tu cuenta, como acompañado de otras personas! Puedes anotarte a un grupo de música, coro o banda y, seguramente, en cualquier centro social de tu zona oferten clases a precios económicos. Si no es así, seguro que tendrás algún conocido con el que puedas aprender y, si tienes la energía suficiente, también existe la forma de hacerlo de manera autodidacta a través de plataformas como YouTube en donde encontrarás una gran variedad de videos tutoriales.
Lo mismo ocurre con el arte plástico. Cualquier tipo de actividad como dibujar, pintar, esculpir, grabar, etc. ayudará a potenciar tu creatividad. No hace falta ser un profesional , pero cuanto mejor lo hagas, más motivación tendrás por seguir adelante y superarte. En este caso, será de vital importancia que dispongas de los materiales necesarios para ello. Si no sabes por donde empezar, los expertos en productos de manualidades de artespray recomiendan diferentes sets de iniciación con cajas y estuches para quienes todavía están empezando. Asimismo, las opciones para aprender varían desde las clases presenciales u online hasta la práctica individual o autodidacta. La escritura es otra actividad genial para potenciar la creatividad, que, además, se recomienda fomentar en momentos de tristeza o ansiedad, pues servirá para desahogarte y aclarar tus ideas. La forma más sencilla de mejorar tu escritura es leyendo y, de esta manera, también estarás aprendiendo a ser más creativo al sentirte inspirado por las palabras de los demás.
El baile, además de ser muy adecuado para alcanzar este propósito, será bueno para hacer ejercicio y mover el cuerpo. En este caso, los adultos tienden a desarrollar un gran sentido del ridículo por no saber bailar bien… pero con la vergüenza no se llega a ningún sitio. ¡No dejes que te afecte! Apúntate a clase de baile y lúcete en las fiestas. Un baile muy recomendado para aquellas personas que no tienen ni idea es el contact-improvisación, un método de improvisación por contacto nacido en Estados Unidos en los años setenta, que consiste simplemente en hacer contacto entre dos o más cuerpos dejando caer el peso, y en el que se enlazan pasos de la danza o las artes marciales. En la actualidad está muy popularizado en las escuelas de baile, así que puedes echarle un ojo y, si no lo encuentras en ningún sitio, siempre puedes organizar un grupo tú mismo. ¡Lo único que necesitas son ganas!
Intenta introducir la creatividad en todas las áreas de tu vida
Si estás aplicando los pasos anteriores, poco a poco deberás intentar introducir una pizca de creatividad en todas las áreas de tu vida. Prueba, por ejemplo, en la cocina: experimenta con recetas nuevas y aprovecha para hacer que tus comidas sean más variadas. También puede ser muy divertido introducir la creatividad en la vida sexual: prueba diferentes posturas y evita la monotonía; o haz haz planes nuevos con tu red de amigos, como jugar o ir al karaoke. En el trabajo, por imposible que te resulte, también puedes introducir tu creatividad. Si tu trabajo es aburrido, cambia el chip y hazlo más entretenido. Si estás desempeñando un trabajo de cara al público, prueba a entablar más conversación con los clientes, siempre que eso no influya en la productividad; y si estás en oficina, cuida el espacio de trabajo y el ambiente con tus compañeros y compañeras. Todo depende de tu actitud y de la forma en la que afrontes el día a día.
Nunca dejes de aprender
Si ya tienes una edad, es posible que hayas dejado de estudiar hace años. Es una verdadera pena, ya que estudiar es una de las mejores formas de seguir trabajando la creatividad. ¿Has pensado en empezar una nueva carrera universitaria u oficio? Aprender no tiene edad y siempre encontrarás algo que te guste. Si no puedes invertir mucho tiempo en ello, entonces busca talleres puntuales o cursos que requieran una implicación ligera.
Interésate por la actualidad
Cuando las personas se hacen mayores, tienden a rechazar las novedades que llegan con la actualidad. Seguro que has escuchado mil veces decir a tu padre o abuelo que «la música de hoy en día es mucho peor que la de su época». Independientemente de la calidad, esta actitud surge de un rechazo hacia lo nuevo que, a gran escala, puede convertirse en un problema a la hora de facilitar el progreso de las nuevas generaciones. Escucha a la gente joven, interésate por las novedades, por sus formas de relacionarse, crear, y vivir, sin el prejuicio de tu época.
Todos y todas llevamos grandes dosis de creatividad en nuestro interior… Potenciarla está en nuestras manos. ¡Mucha suerte!