¿Cómo motivar a nuestros hijos a rendir mejor en la escuela?

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Aunque tengamos al niño más aplicado en la escuela, puede llegara a pasar que por una u otra razón tenga una decaída en cuanto a su rendimiento escolar. Esto puede pasar en una sola materia, ya que puede suceder que no sienta interés por la misma, se le esté dificultando o no sienta afinidad con el profesor; o puede bajar las notas a nivel general, ya sea porque está teniendo problemas en la escuela y se está reflejando en su rendimiento, o porque ha perdido la motivación.

Y es que sentirnos motivados e incentivados por algo es el ingrediente principal para nuestro éxito en dicha actividad. En el caso de los niños, esta motivación por los estudios debe ser creada por los padres desde edades muy tempranas, en las que estos se valgan de herramientas y otras técnicas para inculcarle a sus pequeños el amor y la dedicación por sus estudios y por su superación personal.

Si lo logramos, podremos estar seguros que nuestro hijo siempre se esforzará por cumplir con sus retos académicos, tendrá una actitud positiva para aprender, y se enfrentará y abordará los problemas de la mejor manera.

Para ayudarte en esta importante labor, hemos consultado con los expertos en formación académica de Actividades Extraescolares Madrid y te traemos varios consejos clave.

Establece expectativas adecuadas

Los niños siempre están alertas de cumplir con todas las expectativas que sus padres tienen sobre ellos. Por eso, si esperas que tu hijo triunfe en la escuela, estos lo usarán como una motivación para lograrlo, mientras que si tus expectativas en cuanto a su rendimiento son bajas, no se esforzará tanto en lograr buenos resultados.

Para fijar expectativas acordes a tu hijo, debes seguir estos dos pasos:

  • Habla con tu hijo: intenta alinear tus expectativas en función de los intereses y las habilidades académicas de tu hijo, las cuales puedes identificar hablando con él. Así, en las áreas en donde sienta más interés se pueden fijar las expectativas más altas, y ajustar las mismas para aquellas áreas en las que veas menos motivación y habilidades.
  • Se flexible: debes intentar hacer el paso anterior cada cierto tiempo tomando en cuenta que a medida que tu hijo crezca, su disposición y capacidades irán cambiando.

Ayuda a tu hijo a fijarse metas

Sin embargo, tu hijo no lo debe hacer todo en función a lo que tu esperas de él. Lo ideal es que el pequeño también tenga sus propias metas académicas. Para ayudarlo a fijarse estos objetivos, debes:

  • Anotar las metas: una forma de motivarlo a alcanzar sus metas es anotarlas en un papel y colocarlas en un lugar visible de la casa.
  • Las metas deben ser específicas: debes ser muy específico al definir las metas, por ejemplo, de esta forma: ‘repasarás los problemas de matemáticas 20 minutos todos los días’. Cuando somos más concretos es más fácil visualizar y cumplir con los objetivos.
  • Las metas deberán poder medirse: las metas tienen que ser cuantificables, de forma que puedas medir el progreso.

Encuentra maneras de mostrarle a tu hijo que la escuela es importante

Somos el modelo a seguir de nuestros hijos, las actitudes que vean en nosotros las copiarán y serán una esponja de nuestros intereses y hábitos. Por esto, debemos mostrarle un interés y entusiasmo propio por la escuela, aplicando algunas de las siguientes estrategias:

  • Crea una relación con sus profesores: asiste a las reuniones del colegio, mantente en contacto con su profesor para hablar sobre su progreso y cualquier problema que pueda tener en la escuela.
  • Apoya los programas de la escuela de tu hijo: asimismo, es igual de importante asistir a todos los eventos y actividades escolares de tu hijo, desde obras de teatro, hasta competencias deportivas. Solo así el niño podrá ver que tan involucrado estás con lo que hace en ella.
  • Crea un ambiente adecuado para hacer las tareas: proporciónale a tu hijo un ambiente bien organizado, iluminado y tranquilo para realizar sus deberes en casa y estudiar. Más importante aún, muéstrate abierto a ayudarle con cualquier tarea que no entienda.
  • Conoce las tareas de tu hijo: muestra interés por sus deberes y proyectos académicos.

Ten una actitud positiva hacia la escuela

Como dijimos anteriormente, tu hijo copiará todo lo que hagas. Por eso, si muestras una actitud positiva hacia todas las actividades académicas, él también lo hará.

Dentro de esto, es importante que aprendas a conocer el proceso de aprendizaje de tu hijo, su forma particular de aprender el conocimiento impartido y su ritmo, el cual suele variar de niño a niño; y apóyalo.

Así, tu pequeño puede estar dentro de alguno de estos tres grupos de aprendizaje:

  • Estudiante auditivo: este tipo de estudiante aprende mejor con técnicas de escucha. Si es así, una buena estrategia para ayudarlo a estudiar es grabar el temario de clases, buscar audiolibros, canciones, etc.
  • Estudiante visual: aprenderá mejor con actividades visuales como, por ejemplo, leyendo un libro o analizando un gráfico. Así, se les debe animar a utilizar diferentes colores para los apuntes y colgar objetivos, conceptos, fechas y otros datos que deba estudiar en lugares visibles donde pueda retenerlos.
  • Estudiante quinesiológico: es ese tipo de estudiante que se le facilitará mejor la adquisición de conocimientos través de ejercicios prácticos. Ya que suelen ser niños muy activos y participativos, se les puede aprovechar a través de juegos, competencias académicas, manualidades, etc.

Utiliza un lenguaje que lo motive

Alentar a nuestros hijos va mucho más allá de solo elogiarlos. Aunque si que es importante resaltar y celebrar sus triunfos, también debemos ejercer refuerzos verbales positivos que no solo tengan que ver con sus momentos de éxito, sino durante su proceso para lograrlo, realzando su desempeño y el esfuerzo que pone en una tarea sin importar los resultados.

El aprendizaje en casa y en la comunidad juega un papel importante

Debes intentar que tu hijo no vea la hora de estudio en casa como un momento de extremo tedio en el que tienen que hacer deberes tras deberes sentados detrás de un escritorio. Demuéstrales que el aprendizaje puede ser algo divertido y que puede encontrarse en cualquier parte, incluso en el parque, o en un juego.

Por ejemplo, si tienen que leer un libro para la escuela, muestrales también la versión en película o animada, llévalo a ver museos para que pueda vivenciar las clases de historia o arte, incluso, haz experimentos divertidos en casa donde pueda aplicar sus conocimientos en ciencias.

Fomenta la fortaleza en su hijo

Parte de mantener a tu hijo motivado es enseñarles a mantenerse fuertes ante las distracciones y las adversidades. Así, cuando tenga que enfrentarse con un profesor con el que no sienta adversidad o un tema muy difícil o que le interese poco, su motivación por el estudio y por dar lo mejor de sí no desaparecerá.

Para fomentar la fortaleza tu hijo sigue estos pasos:

  • Intenta entender el punto de vista de tu hijo frente a las diferentes situaciones.
  • Ofrécele opciones razonables para resolver el problema.
  • Ayúdalo a cambiar la forma de abordar un problema cuando no se estén obteniendo resultados.
  • Fomenta los talentos e intereses de tu hijo, incluso si no son los que se imparten en la escuela. Así, aunque tenga un bajo rendimiento académico, déjale desarrollar su pasión por los deportes, el arte o el teatro. No limites su éxito a la plantilla escolar.

Establece pautas y normas

Sin embargo, no todo puede ser juego y elogios, para que tu hijo mejore su rendimiento en clases, también se le deben enseñar pautas y normas, al menos a la hora de hacer los deberes en casa.

Hablamos de establecer un horario para cada actividad del día, respetar el tiempo de estudio, no dedicar demasiadas horas a los videojuegos o la tv que tanto hacen proliferar el ocio y el sedentarismo, etc.

Si es verdad que no es nada fácil que los niños cumplan con todos estos parámetros, pero si aplicas los siguientes consejos, te aseguramos que con un poco de esfuerzo y constancia lograras que tu hijo se adapte a una rutina responsable y eficiente:

  • Definir de forma clara, concisa y sencillalos objetivos académicos.
  • Debemos ser consistentes con los objetivos y las pautas que nosotros mismos estamos estableciendo. Debemos supervisar que nuestro hijo esté cumpliendo con las normas, su progreso y saber ejercer las consecuencias correspondientes a cada situación.
  • Emplear diversos sistemas de notificación y recordatorio. Esto quiere decir que debemos colocar los objetivos, los horarios, normas y deberes en un lugar visible donde nuestros hijos puedan verlo, de forma que no lo olviden y comiencen a desarrollar responsabilidad por su cumplimiento sin la necesidad de que se los recordemos.
  • Aprender a negociar con nuestros hijos para motivarlos a cumplir con los objetivos y las normas pautadas.
  • Tener un sistema de recompensa y castigo adecuado para cada resultado. Recuerda que cuando hablamos de castigo, nos referimos más bien a aquellas técnicas que le hagan notar que no ha sido consecuente con sus objetivos y que debe redireccionar su comportamiento de forma que este alineado con lo que quiere lograr en la escuela.
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