Uno de los debates más ricos que solemos tener en España suele girar en torno a la gastronomía. Y es muy bueno que así sea: primero porque, por un lado, se potenciará un buen hábito alimenticio entre la población y, por otro, se disfrutará de cada uno de los productos que consumamos. Y segundo porque, además de todo eso, será posible que adquiramos nuevos conocimientos y pongamos en valor todo lo bueno que tiene la gastronomía de este país, que es mucho y que, además, cada vez tiene una mayor repercusión mediática en el extranjero.
Sin duda alguna, uno de los grandes productos de la gastronomía de este país es el aceite, que no cabe la menor duda de que es indispensable en muchos de los platos y menús típicos de nuestra tierra. El debate que mucha gente tiene es si ese aceite es más característico de nuestro país que el jamón, la paella, el vino o el queso, que como bien sabéis también forman parte de una gastronomía como la española, que es de las mejores de todo el mundo. Y lo cierto es que poder equipararse a productos como de los que venimos hablando ya es todo un logro para el aceite. No es para menos.
Los datos que nos deja la producción de aceite de oliva, por ejemplo, ponen de manifiesto la importancia que tiene un producto como este en el conjunto de nuestra gastronomía y de nuestra economía. Es así como lo indica el portal web Qcom cuando apunta que España era el país que más aceite de oliva era capaz de producir en todo el mundo entre los años 2009 y 2010. La verdad es que no teníamos rival en este sentido y son muchas las ventajas que eso nos proporcionaba en materia de imagen ante los ojos del mundo.
Algo se estará haciendo bien en España cuando esa tendencia de la que os hablábamos en el párrafo anterior se ha acrecentado en los últimos años. Una noticia publicada en la web Levante – El Mercantil Valenciano indicaba que España iba a ser el principal productor de aceite de oliva en todo el mundo en el 2020, cosa que al final, como es lógico, se terminó produciendo. Esto solo pone de manifiesto que durante toda la década hemos sido una absoluta referencia en lo que respecta a este producto y que ese es motivo suficiente como para catalogarlo entre los productos con los que se puede identificar en mayor medida a nuestro país.
Tenemos la sensación de que, poco a poco, la sociedad española ha empezado a considerar al aceite de oliva como el producto de referencia en lo que respecta a su gastronomía, superando a grandes rivales como el jamón, la paella, el vino o el queso. Y la verdad es que no es para menos. Según lo que nos han comentado desde Óleo Ángeles, este tipo de producto no ha dejado de vivir en una Edad de Oro permanente, incluso durante los periodos en los que nos ha azuzado la crisis económica y su producción es más importante que nunca. El debate parece cada día más zanjado: el campeón de España en materia gastronómica es el aceite de oliva.
Un producto que refuerza la imagen española
Es evidente que no solo se consume aceite de oliva español en el interior de nuestras fronteras. Estamos hablando de un producto que exportamos de un modo tremendo y que en otros países gusta casi tanto como aquí. Eso es lo que nos permite afirmar que el aceite de oliva es una de las grandes vías a través de las cuales se pone a nuestro país en un pedestal. Y es que no solo se refuerza la economía nacional gracias a este tipo de producto, sino que también es indispensable para expandir y reforzar la marca España.
Estamos convencidos de que la situación va a cambiar más bien poco de cara a los próximos años. Hemos dicho que el aceite de oliva vive en una especie de Edad de Oro permanente y eso no tiene visos de empequeñecerse de ninguna de las maneras. La demanda va a seguir siendo muy alta y está claro que los productores van a seguir esforzándose al máximo para intentar que la cantidad y la calidad de aceite de oliva que nace en España va a seguir siendo de primer nivel.
La clave para que ello ocurra seguirá pasando por hacer las delicias de personas de todo tipo. Los productos que son típicos de nuestra tierra destacan por el hecho de que gustan entre personas de diferentes edades. Y con el aceite de oliva ocurre exactamente eso. Y seguirá ocurriendo. Es algo que nadie se atreve a poner en duda y que es corroborado año a año por todo tipo de datos.