La climatización de frío tiene una gran importancia en la hortofruticultura, ya que mantiene la calidad y duración de los productos. Gracias a la climatización del frío la temperatura se mantiene controlada en entornos específicos. De esta manera se preserva su frescura y vitalidad.
Pero, ¿qué es la climatización de frío? Se llama así al conjunto de técnicas que se realizan con el objetivo de mantener y regular la temperatura en el proceso de almacenamiento, transporte y exhibición de los productos. Son sistemas de refrigeración principalmente que controlan la humedad y la ventilación para que los productos se mantengan en condiciones óptimas.
En Frimavi, especialistas en refrigeración, explican que está climatización, “contar con sistemas de refrigeración eficientes y confiables es esencial para preservar la integridad de los productos hortofrutícolas”.
Los productos que se engloban dentro de la hortofruticula, como los de huerta y la fruta necesitan frío para que se mantengan en buen estado. Es una necesidad durante todo el proceso, es decir, desde la cosecha hasta que llega a manos del consumidor final. Tienen que mantener una temperatura concreta en el almacén y transporte para conservar todas sus propiedades.
Existen diversos métodos de climatización de frío. Cada uno de ellos está adaptado a unas necesidades específicas. Destacan los sistemas de refrigeración convencionales. Ejemplo de ellos son los sistemas de compresión, que se utilizan normalmente en almacenes y centros de distribución. También las cámaras de atmósfera controlada, que permiten ajustar la temperatura y los niveles de oxígeno y dióxido de carbono.
Otros métodos innovadores como la criogenización y la refrigeración por absorción abren nuevas perspectivas para la optimización de la climatización de frío. Nos encontramos en una continúa evolución tecnológica que mejora la climatización en la hortofrutícola.
Tipos de climatización: pasiva y activa
Climatización de frío pasiva
La climatización de frío pasiva se caracteriza por su enfoque innovador y ecoeficiente. Es un tipo de climatización cuyo objetivo es, por un lado, mantener las temperatura adecuadas que necesitan los productos, en este caso, bajas, en todos los espacios donde se almacena y produce este tipo de alimentos. Evitando el uso de sistemas activos de refrigeración. Es una climatización que no consume energía eléctrica porque se basa en el uso de recursos naturales. Entre ellos se encuentran la selección de materiales y estrategias que aumentan la captura y retiene adecuadamente el frío ambiental.
Las principales ventajas de la climatización de frío pasiva son las siguientes:
- Sostenibilidad ambiental
Una de las principales ventajas de la climatización de frío pasiva es su baja huella ambiental. No depende de fuentes externas de energía y por ello, las emisiones del efecto invernadero son muy reducidas.
- Eficiencia energética
La climatización de frío pasiva aprovecha los recursos naturales y esto, inevitablemente hace que el uso de dispositivos mecánicos sea muy reducido. Gracias a lo cual se puede rendir para conseguir el objetivo sin necesidad de realizar altos consumos energéticos.
- Costes operativos más reducidos
Diseñar y construir las instalaciones que requiere la climatización de frío pasiva tiene un coste alto. Sin embargo, es una inversión a largo plazo. Tras ese primer gasto, después realmente supone ahorros operativos.
- Adaptabilidad a diversos entornos
Es un tipo de climatización fácilmente adaptable. Tanto a entornos geográficos como climáticos. Sus características lo permiten y se optimizan según cada caso.
- Menor dependencia de recursos externos
Gracias a sus características es posible mantener los productos de forma autosuficiente. Lo contrario a los sistemas tradicionales que se caracterizan por mayor autonomía para los profesionales.
No obstante, aunque las ventajas son notables, es importante conocer también sus desventajas. Entre las que destacan:
- Limitaciones climáticas
Anteriormente como ventaja hemos destacado su adaptabilidad. Sin embargo, hay que tener en cuenta que dicha adaptabilidad no siempre es igual de efectiva. En climas muy cálidos o en zonas donde los cambios climáticos son extremos su eficacia no es la misma y por tanto, en ocasiones necesita ser complementado con otros sistemas de refrigeración.
- Inversión inicial
El uso de la climatización de frío pasiva supone una alta inversión inicial, aunque a largo plazo sea positiva.
- Necesidad de diseño específico
Para que el sistema de climatización de frío pasivo sea efectivo necesita que el diseño arquitectónico sea creado específicamente. A veces, no puede ser, ya sea por falta de conocimiento o de capacidad.
- Menor control preciso de condiciones
Este tipo de climatización no permite llevar un control totalmente preciso de las condiciones internas. Esto, a veces, afecta a la temperatura y humedad y en consecuencia, afecta a alguno de los productos, sobre todo los perecederos.
- Adaptación gradual
La transición hacia la climatización de frío pasiva requiere, en la mayoría de los casos, una adaptación progresiva de la infraestructura. Todo esto, implica más costes y además, no es posible en todos los casos.
Climatización de frío activa
La climatización del frío activa es aquella que se consigue mediante tecnologías y sistemas que permiten controlar y mantener a baja temperatura espacios cerrados o semicerrados. Por ejemplo, almacenes, cámaras o espacios donde se producen alimentos.
A diferencia de la pasiva, esta necesita dispositivos mecánicos. Es la manera de que el espacio se enfríe y mantenga en esas condiciones.
Estos sistemas de climatización de frío activa están compuestos, entre otros, por sistemas que a través de la energía extraen el calor del ambiente. Por ejemplo, sistemas criogénicos, de comprensión o evaporativos, entre otros.
- Refrigeración por compresión:
Es el tipo de climatización más empleado en la actualidad. Se basa en la compresión y expansión para absorber y liberar calor.
- Refrigeración evaporativa:
La refrigeración evaporativa como se puede extraer del propio nombre, utiliza la evaporación del agua para enfriar el ambiente. Se emplea en climas secos y se utiliza generalmente en los sistemas de enfriamiento industrial, así como en grandes espacios.
- Refrigeración criogénica:
La refrigeración criogénica se caracteriza porque utiliza temperaturas extremadamente bajas. Para ello, es necesario el uso de nitrógeno líquido o dióxido de carbono sólido.
- Climatización por absorción:
Este tipo de climatización utiliza un ciclo de absorción y desorción de un par de sustancias químicas para enfriar el aire. Es menos común que la refrigeración por compresión, pero se utiliza en aplicaciones que requieren una mayot eficiencia energética.
Para poder elegir entre los sistemas de climatización es necesario conocer sus ventajas. Entre ellas, se encuentran:
- Precisión en el control de temperatura:
Una de las principales características es que permite llevar a cabo un control exhaustivo de las condiciones ambientales para conservar de forma óptima los productos y prolongar así, su vida útil.
- Versatilidad en aplicaciones:
Se trata de un sistema muy versátil, es decir, que se puede adaptar en muchas aplicaciones. Por ejemplo, en refrigeradores domésticos y en almacenes industriales.
- Rápido enfriamiento:
Una de sus principales ventajas es la capacidad para enfriar rápidamente y de forma efectiva, que es casi lo más importante.
- Control de humedad:
La mayoría de sistemas de climatización de frío activa ofrecen control sobre los niveles de humedad. Esto es importante porque permite una mejor conservación, principalmente en aquellos productos que son sensibles a la humedad.
- Fácil adaptación a diversas condiciones climáticas:
La ventaja de la climatización de frío activa es que cumple con los requisitos para adaptarse a condiciones climáticas muy diversas. Permiten un absoluto control sobre la temperatura, que no se deja influir por la temperatura y clima del exterior.
Al hablar de sistemas de este tipo hay que considerar también sus desventajas. Algunas de ellas son las siguientes:
- Consumo de energía:
La principal desventaja de la climatización de frío activa es que tiene un elevado consumo de energía. Son sistemas mecánicos que necesitan electricidad para funcionar.
- Costes iniciales y mantenimiento:
En general, es un sistema menos económico. Implica una alta inversión de instalación inicial y altos costes para su mantenimiento. Por lo que no es apto para todos los casos, especialmente para las pequeñas empresas.
- Impacto ambiental:
Es eficaz en cuanto a que permite tener un control de la temperatura, sin embargo, tiene un gran impacto ambiental. Puede agotar recursos por la emisión de gases del efecto invernadero.
- Requiere infraestructura específica:
Los sistemas de climatización de frío activa necesitan infraestructuras específicas que no siempre es posible. Requiere, por ejemplo, la instalación de sistemas de conductos, compresores y unidades de evaporación.
- Dependencia de recursos externos:
Los sistemas de climatización de frío activa dependen de una fuente de energía constante. Cuando esto no sucede, es decir, en casos de interrupciones, su función y la conservación de los productos en sus condiciones se puede ver afectada.
Perspectivas de futuro de la climatización de frío en la hortofrutícola
El futuro de la climatización de frío estará seguramente marcado por la innovación tecnológica y la búsqueda continua de soluciones sostenibles.
Por los avances, se espera una mayor integración de enfoques pasivos y activos para lograr sistemas más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Por ejemplo, es probable que aumente el uso de tecnologías inteligentes. Su amplia variedad favorece el monitoreo de ciertas tareas que permite adaptar las condiciones a cada producto de forma particular. Todos las nuevas tecnologías están diseñadas para la mejoría.