La educación concertada le ‘come la tostada’ a la pública

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No decimos nada nuevo si comentamos que la calidad de la educación pública en España está en entredicho en los últimos tiempos. Son cada vez más las voces que se muestran en desacuerdo con el sistema educativo público español. Y antes de entrar es más materia, queremos dejar claro que esto no es culpa ni de los alumnos ni de los profesores. El problema está en aquellas personas que, siendo de corte político, en vez de ayudar están enredando las cosas una y otra vez. Ellos sí son los verdaderos responsables de lo que viene sucediendo en España en materia educativa.

Se trata de un asunto preocupante y que tenemos que solucionar a la mayor brevedad posible. Estamos hablando de educación, de nuestro futuro, y a nadie le cabe la menor duda de que es un tema lo suficientemente serio como para no dejarlo en manos de personas que no estén especializadas en este campo. Y es eso lo que está sucediendo precisamente en los tiempos que corren. La consecuencia es tan simple como terrible: la calidad de la educación pública en España no para de deteriorarse. Y eso va en contra de los intereses de todos los ciudadanos y ciudadanas de este país.

Una noticia a la que hemos tenido acceso gracias al portal web Ibercampus informaba de que la educación pública española se ha instalado en la mediocridad principalmente a causa de la baja calidad de su gobernanza, algo que ha reafirmado nuestros temores y la teoría que venimos transmitiéndoos. La verdad es que es una pena que, teniendo en cuenta la tremenda calidad que tiene la sanidad en España, otro de los pilares del sustento de nuestro país, como la educación, no esté a su altura o al menos no ande demasiado lejos de aquella. Es necesaria una reflexión al respecto para corregir errores.

Pero parece ser que esa reflexión no llega ni va a llegar. Las élites políticas están más preocupadas por tirarse piedras entre sí que por diseñar un sistema educativo público que funcione tanto en aquellos momentos en los que gobierne la derecha como durante todos los años en los que predomine el dominio de la izquierda. Es una verdadera lástima que así sea, pero los políticos de nuestro país no dan para más. Y pagan aquellos que menos culpa tienen de todo este asunto: los niños, sus familias y también, por qué no decirlo, los profesores.

Una noticia publicada en la página web Libre Mercado ofrecía una particular visión acerca de un ránking educativo mundial. Según ese ranking, España ocupaba la posición número 55 en lo que respecta a la calidad educativa, lo cual es un verdadero desastre y un fracaso. Sobre todo es un fracaso porque nos superan países como Indonesia o Brunéi, que tienen muchos menos recursos económicos que nosotros pero que nos han dado una verdadera lección a la hora de proteger y de consolidar la educación pública. Como apuntábamos antes, esto nos debe servir para reflexionar.

La baja calidad de la educación pública en España está contribuyendo a que, cada año, aumente el número de familias que decidan que sus pequeños y pequeñas se inscriban en un colegio concertado. Es exactamente esta tesitura la que nos han trasladado desde el colegio en Bilbao Madre de Dios Ikastetxea. Sus profesionales nos han comentado que están al tanto de la posición que ocupa España y no que respecta a la calidad educativa pública en todo el mundo y han establecido una relación inversamente proporcional a la calidad de esa educación pública con la llegada de nuevos estudiantes a sus instalaciones.

¿Un cambio de mentalidad? 

Hasta hace bien poco, la mayoría de las familias del territorio español solía considerar la educación pública como la única opción para sus niños y niñas. Era gratuita y de calidad. Pero las cosas han cambiado mucho y ahora está creciendo el precio de las matrículas y está descendiendo de un modo alarmante la calidad de la educación pública. Con estas realidades sobre la mesa, nos parece lógico que se haya abierto un debate en lo que respecta a cuál es la educación idónea para los más pequeños. La educación concertada, desde luego, ha ganado muchos puntos en los últimos años.

La educación es un asunto lo suficientemente serio como para que no haya nadie que se lo tome a broma, que es precisamente lo que parece que están haciendo los políticos de este país. Nos parece normal que se esté produciendo un cambio de mentalidad en el seno de muchas familias españolas. De hecho, nos parece lo correcto. A fin de cuentas, estamos hablando de un asunto que es tremendamente relevante para cualquier sociedad y que lo debe ser también en la nuestra y que nunca debe ocupar un segundo plano.

 

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