La halitosis, un problema bucal y tema tabú

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Un dicho popular afirma que “la halitosis es como la estupidez, la sufre todo el mundo menos quien la comete”. La halitosis o mal aliento, es un problema bucal muy frecuente que sufren y padecen millones de personas en todo el mundo y que puede llegar a provocar inseguridad, incomodidad, angustia, vergüenza e incluso en casos extremos problemas de autoestima, ansiedad y aislamiento por el entorno y el rechazo social.

La halitosis, por lo general, es fruto de la acumulación de bacterias en la boca que se producen por los restos de la comida alrededor de las encías y la lengua, por lo que se deben vigilar y revisar los hábitos de higiene bucal. Una limpieza dental correcta debe incluir el cepillado de dientes, encías y lengua después de cada comida o al menos dos veces al día durante dos minutos con una crema dental fluorada o a base de bicarbonato. Esta higiene bucal debe completarse con la utilización del hilo dental o un cepillo interdental y el enjuague bucal mediante la realización de gárgaras y enjuague durante al menos un minuto. La limpieza de la lengua es sumamente importante en la higiene oral diaria, ya que es la parte del cuerpo donde más bacterias se acumulan, lo que a corto plazo puede dar lugar a la aparición de la halitosis. El utensilio adecuado y diseñado específicamente para la limpieza de la lengua es el limpiador o raspador lingual.

Si una vez revisados los hábitos de higiene el mal aliento persiste, debemos tener en cuenta que el origen de la halitosis puede tener otras múltiples causas, entre las que podemos citar las siguientes:

  • Caries y enfermedades de las encías. Los agujeros que provocan la caries en las piezas dentales retienen restos de comida y bacterias que son difíciles de eliminar con el cepillado originando mal olor. Del mismo modo la enfermedad de las encías, las llagas bucales, las extracciones dentales o las dentaduras postizas si no se limpian con regularidad pueden originar mal aliento. El Colegio oficial de Odontólogos y estomatólogos y la doctora Jacqueline López Aguilar, especialista en odontología general, preventiva y estética de la Clínica dental Mesiodens de León, nos aconsejan visitar dos veces al año al dentista para la prevención de enfermedades dentales.
  • Caseum, también conocidos como tonsilolitos o cálculos amigdalinos, son una especie de bolitas blancas resultantes de la degradación de fragmentos de epitelio exfoliado, restos de alimentos, restos de queratina y moco debido a la acción de las bacterias de la boca y que quedan depositados en las criptas amigdalinas, emitiendo un característico olor a putrefacto.
  • Boca seca. La sequedad de boca, también conocida como xerostomía, indica que la producción de saliva no es suficiente para mantener la boca húmeda. La saliva ayuda a humedecer y eliminar las partículas de alimentos y células muertas de la boca, por lo que ante la falta de saliva los alimentos y las células muertas comenzarán a descomponerse y producir los llamados compuestos volátiles de sulfuro que causan mal olor y en consecuencia el mal aliento. Algunos medicamentos contribuyen a la sequedad bucal.
  • Fumar provoca un olor propio en el aliento, además de contribuir y agravar la sequedad bucal, esto también es aplicable al consumo de otros productos como el alcohol, café, etc.
  • La halitosis puede estar relacionada con multitud de enfermedades como diabetes, enfermedades hepáticas o renales, reflujo de ácidos estomacales, etc.

Medidas preventivas aconsejadas para prevenir o reducir el mal aliento:

  • Mantener una buena y correcta higiene bucal.
  • Evitar la sequedad de boca. Beber agua con frecuencia a lo largo del día, estimular e incrementar la salivación con chicles que no contengan azúcar.
  • Cuidar la alimentación, evitando una dieta a base de cebolla o ajo.

Infecciones más frecuentes de la boca

Las infecciones más frecuentes de la boca son:

  • Es una afección aguda que consiste en la inflamación y sangrado de las encías a causa de la acumulación de placa bacteriana, debido generalmente a una mala higiene oral. La gingivitis puede llevar a la periodontitis, una enfermedad de las encías mucho más grave.
  • La falta de tratamiento de la gingivitis desemboca en periodontis, ocasionando que se aflojen los dientes y se pierdan.
  • Aftas o ulceras aftosas. Son lesiones que se forman en la mucosa de la cavidad bucal, no son graves, pero sí muy molestas. Se calcula que un tercio de la población las ha sufrido en alguna ocasión.
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