Residencias de ancianos: una manera de mantener el bienestar de nuestros mayores

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Hay una cosa que debemos tener en cuenta: a veces, la calidad de nuestra vida depende de que salgamos de casa si tenemos la sensación de que, en ella, ya no contamos con todas las comodidades que algún día nos proporcionó este espacio. Por difícil que parezca asumirlo, lo cierto es que a veces dejamos de estar bien en nuestra propia casa y necesitamos un cambio. Eso es lo que pasa cuando nos vamos haciendo mayores y vemos que una residencia empieza a ser la mejor opción para mantener esa felicidad que creíamos perdida.

Las residencias de ancianos se han convertido en la mejor opción para una buena cantidad de personas y no es para menos. Cada vez hay más personas mayores en España como consecuencia de la evolución que ha venido siguiendo la demografía en este país y la verdad es que eso nos ha hecho abrir los ojos. Los mayores necesitaban que los servicios de cuidados relativos a su edad se multiplicaran y es eso lo que viene sucediendo en España en los últimos años. Y menos mal. La verdad es que muchos y muchas pueden respirar tranquilos con datos como estos.

Según una noticia que vio la luz en la página web Envejecimiento en Red, en el año 2019 vivían en residencias de ancianos un total de 322.000 personas de 65 años o más. Se trata de un volumen importante y que muestra la necesidad de la sociedad en la que vivimos de disponer de residencias como de las que estamos hablando. La verdad es que, sin duda, hablamos de uno de los servicios que ha cambiado para bien las vidas de los mayores y lo cierto es que esto muestra que la sociedad está concienciada y mucho al respecto de los problemas y necesidades de los mayores.

La salud de los mayores importa y mucho. Y es ético y humano que tratemos de conservarla de la mejor manera posible. Uno de los medios a través de los cuales lo estamos consiguiendo hacerlo posible lo constituyen las residencias de ancianos. Los profesionales de la residencia NSD Rosario nos han indicado en una charla reciente que la calidad de vida de los mayores desde que llegan hasta el momento en el que se integran con su personal e instalaciones se transforma por completo y para bien. Ese es uno de los síntomas que explican la importancia que tienen las residencias de ancianos en los momentos que corren.

Son muchas más personas de las que creemos las que necesitan servicios como de los que estamos hablando. Y es que, a día de hoy, lo lógico es que buena parte de las personas que componen una familia trabajen y no tengan la posibilidad de conseguir el tiempo suficiente como para encargarse de todo lo que requieren los cuidados de las personas mayores. Es triste pero es así: sin las residencias de ancianos, la cantidad de personas mayores que tendrían que valerse por sí mismas sin tener la capacidad para ello sería absolutamente tremenda.

Lo peor de todo es que, de cara a las décadas que vienen, lo más probable es que haya una gran cantidad de personas mayores que no tengan a nadie de su familia con el tiempo suficiente como para encargarse de sus necesidades. Las familias son hoy mucho menos numerosas que antes y eso va a traer problemas en este sentido. Menos mal que sí que se está desarrollando a una buena cantidad de personas para que se encargue de esas cuestiones en lugares como las diferentes residencias de ancianos que se reparten por la totalidad del territorio español.

Un problema común para la mayoría de los países desarrollados 

Si algo nos une a todos los países que se encuentran ya completamente desarrollados es que la demografía nos está dando a todos el mismo mensaje: nuestra población envejece y, por tanto, necesitamos desarrollar todos los servicios que sean necesarios para que esa tercera edad tenga la posibilidad de conservar su calidad de vida con independencia de los años que marque su DNI. Nos corresponde a todos y todas, como sociedad, hacer posible una labor como esta. Nosotros y nosotras mismas nos veremos beneficiados de eso en el futuro.

El respeto por las personas mayores es algo que una sociedad no puede perder. La experiencia que nos aportan, unida a otros aspectos como el cariño que se desprende de la mayoría de ellos y ellas, debe ser suficiente motivo para ello. Una sociedad que no se preocupa por sus mayores tiene pocos visos de mejora. Y eso, al menos en lo que respecta a nuestra opinión, nos preocuparía de lo lindo. Por suerte, al menos en España sí que nos hemos dado cuenta de lo importante que resulta el cuidado de nuestros y nuestras mayores.

 

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