Ahora que ya estamos inmersos en el verano llega la época del año en la que más nos debemos de resguardar del calor y es que los rayos de sol, si nos dan de lleno, nos pueden provocar no solo quemaduras, sino que a la larga nos pueden llegar a generar problemas de piel tan serios como el cáncer. Es por ello por lo que, aunque lo cierto es que todos debemos de tomar el sol porque este también nos aporta vitamina D, necesaria para nuestro organismo, lo cierto es que como todo en la vida debemos de hacerlo en su justa medida, ya que tan malo es pecar por defecto como por exceso. Así, a lo largo de este post os queremos hablar de los toldos, uno de los productos más habituales en nuestras casas y negocios que tanto nos ayuda a cuidarnos de la lluvia como del sol.
Tal y como os hemos adelantado, cada vez somos más los ciudadanos que contamos con un toldo en nuestras viviendas y es que gracias a ellos nos podemos proteger de las diferentes inclemencias meteorológicas que se presenten. Y es que tanto la lluvia como el sol son un incordio para la inmensa mayoría de nosotros, por lo que a continuación os queremos presentar los diferentes tipos de toldos que nos encontramos en nuestro día a día.
- Toldo capota. Este toldo consta de varios brazos extensibles en abanico que permiten el uso del mismo en cualquier momento. Suelen ubicarse sobre las puertas de los locales comerciales o bien sobre ventanas. Los brazos quedan recogidos bajo la lona aumentando así la durabilidad de los mismos. Es importante reseñar que la limpieza correcta de la lona es fundamental para mantener el buen aspecto de este tipo de toldo.
- Toldo automático. Aunque se puede automatizar todo tipo de toldo, el de punto recto y el monobloc son los que suelen llevar estos automatismos. De esta forma solo tendrá que pulsar un botón para que su toldo comience a hacer su función con la misma efectividad que si lo hiciera por tracción manual.
- Toldo cortavientos. Se suele usar en terrazas tanto de uso privado como comercial. Son, normalmente, estructuras de PVC y una lona hecha en acrílico que cierran totalmente el espacio, pero siempre permitiendo la entrada de la luz. Aconsejables para los meses de frío.
- Toldo plano. Terrazas, azoteas, patios y espacios más amplios se suelen beneficiar de la efectividad de este tipo de toldo. Tras la colocación de una serie de guías, la lona se desliza a través de las mismas. Un sistema de poleas le permitirá, desde la propia terraza, llevar a cabo esta función sin apenas esfuerzo.
- Toldo Monobloc. Perfecto para balcones o terrazas de grandes dimensiones. Se montan sobre una barra cuadrada que permite que la lona abarque más espacio. Gracias a este sistema se consigue alcanzar todo el espacio y sus resultados son más que recomendables. Sencillez y efectividad se unen para ofrecer un producto útil y duradero. Así, si este es el que más os encaja en vuestro hogar o negocio, nosotros os recomendamos que siempre optéis por contar con profesionales a la hora de instalarlo y es que de lo contrario nos podemos encontrar con problemas a medio o largo plazo. En este sentido, si no tenéis ningún instalador de confianza, Toldos Clot es vuestro mejor aliado y es que ellos conocen mejor que nadie este sector y su experiencia les hace, sin duda alguna, ser los referentes en la industria de los toldos. Sin embargo, antes de llevar a cabo la instalación, lo cierto es que debéis de cercioraros de que podéis hacerla para que no os ocurra como a los 800 vecinos de Salamanca que denunció Tristán por llevar a cabo cerramientos en las viviendas.
- Toldo de punto recto. Es el más habitual en todo tipo de comercios y establecimientos de hostelería. Dos brazos frontales al ancho de la terraza o escaparate permiten su práctico uso de una forma sencilla. En algunos casos cuentan con un sistema interno que permite que los brazos basculen con el viento. Teniendo en cuenta que se suelen usar en el exterior y que están expuestos a todo tipo de inclemencias meteorológicas estamos, posiblemente, ante el toldo más usado y efectivo.
Los toldos cofre y estor, otros dos clásicos que siguen vigentes
Más allá de los que os hemos mencionado, lo cierto es que existen otros dos tipos de toldos que son, sin duda alguna, algunos de los más vendidos año tras año. En concreto son:
- Toldo cofre. Se trata de un toldo convencional que está protegido por un cajón de aluminio en el que se pueden guardar tanto la lona como los brazos. Idóneo para usar en el exterior y para alargar la durabilidad del toldo ante elementos como la lluvia, el viento fuerte o la nieve. Es, con total seguridad, el tipo de toldo con una mayor durabilidad siempre que se lleven a cabo correctamente las labores correctas para su mantenimiento.
- Toldo estor. Es un modelo que lleva al exterior el clásico estor que se usa a modo de persiana. Dos brazos perpendiculares en la barandilla permiten su subida y su bajada. Resulta perfecto para controlar mejor la temperatura en el interior de la casa y para garantizar la intimidad en el interior de la misma. Su sencilla estructura permite también un cómodo y efectivo mantenimiento de su mecanismo.