Terapias holísticas: una vía para liberar bloqueos y transformar la energía femenina

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Me voy a abrir en canal, pero creo que lo necesito. Sobre todo porque pienso que le puede venir muy bien a otras mujeres que hayan pasado por mi misma situación. Os cuento. Hace unos meses sentía que mi vida se había detenido. Todo parecía en orden desde fuera, dando imagen de un buen trabajo, amigos, salud, pero por dentro me sentía vacía, como si algo se hubiera roto.

Había pasado por dos grandes frustraciones: una profesional, cuando un proyecto en el que había puesto todo mi esfuerzo se vino abajo sin explicación, y otra sentimental, tras una ruptura que me dejó sin energía ni rumbo.

Y sí, lo reconozco. Cada día me levantaba con una mezcla de tristeza y cansancio. Tenía un dolor muy fuerte en el pecho, pero también en el alma. Fue en ese momento cuando una amiga me habló de Marta Angulo, terapeuta holística que acompaña a mujeres a liberar bloqueos y transformar su energía, tanto en la vida como en los negocios.

Al principio dudé porque no era yo muy partidaria de estas cosas. Pensé que quizás era otra de esas modas espirituales de las que todos hablan. Pero no tenía nada que perder.

Así que pedí una cita en su página de Crece por Tu Cuenta, que por cierto es una frase que me encanta. Recuerdo perfectamente la primera vez que crucé la puerta de su consulta. Había un aroma suave a incienso y una música muy tranquila de fondo. Marta me recibió con una sonrisa cálida, sin juicios, sin prisas. Me sentí acogida desde el primer instante. Me explicó que trabajaba con distintas herramientas —mindfulness, tapping, biomagnetismo, sanación energética, registros akáshicos y conexión con el útero—, pero insistió en algo que después entendí profundamente: lo esencial no era la técnica, sino liberar lo que te bloquea desde dentro.

Durante la primera sesión me vino muy bien. Hablamos de mis frustraciones, de cómo me sentía perdida, del miedo a no ser suficiente. Marta me llevó con suavidad hacia una respiración consciente y me invitó a cerrar los ojos.

En las siguientes sesiones trabajamos con tapping, una técnica que combina la estimulación de puntos energéticos del cuerpo con afirmaciones positivas. Al principio me parecía extraño, pero poco a poco comencé a notar cómo mi cuerpo respondía: sentía más ligereza, más claridad mental. Me ayudaron a comprender que cada emoción no expresada se convierte en un bloqueo energético, y que liberar esas emociones permite que la energía vuelva a fluir.

Conexión con el útero

Uno de los momentos más transformadores fue cuando hicimos una sesión de conexión con el útero. No sabía qué esperar, pero resultó ser un encuentro profundo conmigo misma. Marta me condujo para reconectar con esa parte tan sagrada y poderosa que a menudo olvidamos. Lloré mucho, pero sentí también una fuerza nueva, una sensación de pertenencia a mi propio cuerpo. Fue como volver a casa después de mucho tiempo.

También experimenté el biomagnetismo, donde me colocaron imanes en diferentes puntos de mi cuerpo para equilibrar mi energía. Durante esa sesión me quedé casi dormida, en un estado de paz absoluta. Al terminar, tengo que reconocer que me sentía más cómoda, más ligera. Me explicaron que esta técnica ayuda a restablecer la armonía entre mente, cuerpo y emociones, y oye, que es verdad.

A medida que pasaban las semanas, comencé a notar cambios en mi vida. Empecé a dormir mejor, algo que ya no sabía ni lo que era. También a tener más claridad para tomar decisiones y a recuperar la ilusión por proyectos que había dejado a medias. En el trabajo, todo cambió, y por fin, pude ser yo, sin cambiar mi vida.

Pero lo más valioso que me enseñó esta técnica fue que la sanación no es un destino, sino un proceso. Una frase que, por supuesto, no es mía. Aprendí a confiar en mi intuición, a soltar el control, a dejar espacio para que la vida fluya. Y cuando lo hice, todo empezó a tener sentido. La frustración laboral se convirtió en una oportunidad para redirigir mi carrera hacia lo que realmente me apasiona.

Si sientes que algo no avanza, que hay una fuerza invisible que te frena o que repites patrones sin entender por qué, te invito a darte el regalo de un espacio como este. Un espacio donde puedas soltar, sanar y expandirte.

Por eso solo quiero decir que ojalá le venga bien estas palabras a alguien que haya pasado por mi misma situación.

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