¿Cuándo es necesaria una Evaluación Neuropsicológica?

Evaluación Neuropsicológica
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Hoy quiero hablarles de algo que, aunque no es tan conocido para mucha gente, puede marcar una gran diferencia en la vida de alguien: la evaluación neuropsicológica. Sé que suena a un término muy técnico o incluso complicado, pero en realidad es una herramienta súper útil para entender mejor cómo funciona nuestro cerebro y qué está pasando cuando alguien tiene dificultades con la memoria, la atención, o incluso el estado de ánimo.

Hoy voy a contaros qué es exactamente una evaluación neuropsicológica, cómo se hace, para qué sirve, cuándo es necesario hacerse una y qué se puede detectar con ella. Mi intención es que, si alguna vez te has preguntado por qué alguien te recomienda hacerte esta evaluación, o si crees que tú mismo puedes necesitarla, salgas con una idea clara y sencilla de qué esperar.

 

¿Qué es una evaluación neuropsicológica?

Clinica Nea, centro sanitario situado en Madrid compuesto por un equipo multidisciplinar de Neurología, Neuropsicología, Psiquiatría y Psicología, nos explican que “las evaluaciones neuropsicológicas son herramientas esenciales en la comprensión y diagnóstico de las capacidades cognitivas y conductuales de un individuo. Estas evaluaciones proporcionan un análisis detallado del funcionamiento del cerebro y su impacto en el comportamiento y el rendimiento diario. A través de métodos científicos y pruebas estandarizadas, las evaluaciones neuropsicológicas ayudan a identificar y abordar diversas condiciones que afectan la salud mental y cognitiva”.

Suena raro, pero en esencia es como hacer un chequeo general del cerebro, pero en lugar de ver imágenes o hacer análisis de sangre, se mide cómo pensamos, recordamos, resolvemos problemas, prestamos atención, y cómo controlamos nuestras emociones y conducta.

El objetivo principal es entender si hay algún cambio o dificultad en nuestras funciones mentales que pueda estar afectando la vida diaria. Esto puede pasar por muchas razones: desde una lesión, un accidente, un problema neurológico, hasta dificultades en el aprendizaje o trastornos psicológicos.

 

¿Quién realiza esta evaluación?

Normalmente, la evaluación neuropsicológica la lleva a cabo un neuropsicólogo, que es un psicólogo con formación especial en neurología y el funcionamiento cerebral. Este profesional tiene el conocimiento necesario para interpretar los resultados de las pruebas y hacer recomendaciones concretas, ya sea para tratamientos, terapias, o ajustes en la vida cotidiana.

 

¿Cómo se hace una evaluación neuropsicológica?

Aquí es donde mucha gente se pregunta qué van a tener que hacer exactamente. No te asustes: no es un examen de matemáticas ni una prueba rara. La evaluación suele durar varias horas, a veces divididas en más de una sesión, y consiste en realizar diferentes pruebas adaptadas a la persona y sus necesidades.

 

Estas pruebas pueden incluir:

  • Pruebas de memoria: para saber si recuerdas cosas a corto y largo plazo, como listas de palabras, imágenes, o historias.
  • Pruebas de atención y concentración: para medir cuánto tiempo puedes mantener la atención en una tarea sin distraerte.
  • Pruebas de lenguaje: para evaluar tu capacidad para entender y usar palabras, hablar, leer y escribir.
  • Pruebas de funciones ejecutivas: que miden habilidades como planificar, tomar decisiones, resolver problemas y controlar impulsos.
  • Pruebas visuoespaciales: para ver cómo procesas información visual y espacial, como reconocer objetos o copiar dibujos.
  • Evaluación emocional y conductual: para conocer cómo te sientes, cómo manejas el estrés, si hay ansiedad, depresión o cambios en la conducta.

Además de estas pruebas, el neuropsicólogo también hará una entrevista contigo y, en ocasiones, con familiares o personas cercanas, para conocer tu historia, síntomas y cómo estas dificultades afectan tu vida diaria.

 

¿Cuánto tiempo dura la evaluación?

Depende de cada caso, pero generalmente dura entre 2 y 4 horas, que pueden estar divididas en varias sesiones si la persona se cansa o se siente abrumada. La idea es que sea lo más cómoda posible, para que los resultados sean fiables.

 

¿Cuándo es necesaria una evaluación neuropsicológica?

Esta es la gran pregunta, ¿verdad? ¿Cómo saber si uno necesita hacerse este tipo de evaluación?

  1. Después de un daño cerebral: Si alguien ha sufrido un golpe fuerte en la cabeza, un accidente cerebrovascular (como un ictus), o alguna lesión cerebral, es fundamental evaluar cómo está funcionando su cerebro después del daño. Esto ayuda a planificar la rehabilitación y a entender qué dificultades pueden necesitar atención.
  2. Cambios en la memoria o en otras funciones cognitivas: Si empiezas a notar que se te olvidan cosas con frecuencia, que te cuesta concentrarte o que tienes problemas para resolver situaciones que antes eran fáciles, puede ser útil hacer una evaluación. Esto no solo pasa en personas mayores, también puede ocurrir en jóvenes y adultos.
  3. Dificultades escolares o de aprendizaje: En niños y adolescentes, si hay problemas para aprender a leer, escribir o hacer cálculos, o si se presentan dificultades en la atención o el comportamiento, una evaluación neuropsicológica puede ayudar a entender qué está pasando y cómo apoyar mejor al niño.
  4. Cambios emocionales o conductuales: A veces, problemas como ansiedad, depresión, cambios bruscos de humor o problemas para controlar la impulsividad pueden estar relacionados con el funcionamiento cerebral. La evaluación puede identificar estas dificultades y contribuir a un tratamiento más eficaz.
  5. Diagnóstico diferencial: Cuando un médico sospecha que alguien puede tener una enfermedad neurológica (como Alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, o demencias), la evaluación neuropsicológica ayuda a confirmar el diagnóstico y a valorar la gravedad.
  6. Evaluación previa a intervenciones: En algunos casos, antes de realizar una cirugía cerebral, un tratamiento específico o para valorar el progreso después de una intervención, esta evaluación es necesaria para conocer el estado del paciente.

 

¿Qué se puede detectar con una evaluación neuropsicológica?

Como ves, la lista de motivos para hacerse una evaluación es amplia, y por eso también lo que puede detectarse es muy variado. Algunas de las cosas que se pueden identificar son:

  • Problemas de memoria: tanto para retener información nueva como para recordar eventos pasados.
  • Déficit de atención: dificultad para mantener la concentración o cambiar el foco atencional.
  • Dificultades en el lenguaje: problemas para encontrar palabras, entender textos o expresarse.
  • Alteraciones en las funciones ejecutivas: como planificar, organizar, resolver problemas, controlar impulsos o tomar decisiones.
  • Trastornos visoespaciales: problemas para reconocer objetos o ubicarse en el espacio.
  • Cambios en el estado emocional y conducta: detección de ansiedad, depresión, irritabilidad, desinhibición o apatía.
  • Identificación de deterioro cognitivo leve o demencia: en personas mayores, para detectar cambios que puedan estar relacionados con enfermedades neurodegenerativas.
  • Evaluación de trastornos del desarrollo: en niños con dificultades de aprendizaje, TDAH o trastornos del espectro autista.

 

¿Qué pasa después de la evaluación?

Una vez que se completan las pruebas, el neuropsicólogo prepara un informe detallado con los resultados. Este informe explica qué áreas del cerebro están funcionando bien y cuáles presentan dificultades, además de recomendaciones específicas.

 

Estas recomendaciones pueden incluir:

  • Terapias o tratamientos especializados, como rehabilitación cognitiva.
  • Cambios en la vida diaria o estrategias para compensar las dificultades.
  • Referencia a otros profesionales, como neurólogos, psicólogos o terapeutas ocupacionales.
  • Apoyo para la familia y orientación para manejar la situación.

Este informe es una herramienta fundamental para que el equipo médico y la persona evaluada puedan tomar decisiones informadas y diseñar un plan adecuado para mejorar la calidad de vida.

 

¿Es difícil o dolorosa una evaluación neuropsicológica?

No, para nada. Aunque puede ser agotadora porque implica concentrarse en diferentes tareas, no es dolorosa ni invasiva. Tampoco requiere preparación especial ni es como un examen escolar. La clave está en ser paciente y responder con sinceridad, sin intentar “adivinar” las respuestas. Es normal sentirse un poco nervioso, pero el neuropsicólogo está allí para guiarte y apoyarte.

 

¿Puede cualquier persona hacerse una evaluación neuropsicológica?

Sí, en teoría cualquier persona puede hacerse una. Pero normalmente se recomienda cuando hay una razón clara o sospecha de dificultades. Hacerse una evaluación sin motivo puede ser una pérdida de tiempo y recursos.

Además, hay que acudir a profesionales especializados y centros acreditados para que la evaluación sea fiable.

 

Mi experiencia con la evaluación neuropsicológica

Quiero contarles que hace un tiempo tuve que hacerme una evaluación neuropsicológica porque empecé a notar que me costaba mucho concentrarme y recordaba menos cosas. Al principio no le di mucha importancia, pero luego pensé que algo estaba pasando.

La evaluación duró unas horas, en las que me hicieron pruebas de memoria, atención y lenguaje. No fue fácil, porque algunas tareas eran bastante desafiantes, pero la verdad es que el neuropsicólogo fue muy amable y me explicó todo con calma.

Cuando recibí el informe, pude entender mejor cuáles eran mis puntos débiles y eso me permitió buscar ayuda adecuada.

Además, me dieron estrategias para manejar mejor el día a día, y eso mejoró mi calidad de vida.

 

Ahora, ya sabes cómo funciona

La evaluación neuropsicológica es una herramienta muy valiosa para entender el funcionamiento del cerebro cuando algo no va bien. No hay que tener miedo ni pensar que es solo para personas mayores o enfermas, porque puede ser útil en muchas situaciones.

Si alguna vez notas cambios en tu memoria, atención, conducta o estado de ánimo, o si alguien cercano tiene un daño cerebral, una evaluación neuropsicológica puede ayudarte a tener un diagnóstico claro y un plan para mejorar.

Lo más importante es acudir a profesionales especializados y confiar en que este tipo de evaluaciones están diseñadas para apoyarte, no para juzgarte.

Si sientes que este artículo te ha aclarado dudas o puede servirle a alguien que conoces, compártelo. A veces, entender qué está pasando es el primer paso para mejorar.

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